El Concejo que viene: del equilibrio de bloques al juego de aliados

En pocos días asumen las nuevas autoridades, elegidas a mediados de año en las elecciones generales locales. Con la asunción del intendente electo Roly Santacroce también se recambian tres de las seis bancas del poder legislativo, y una cuarta cambia de titular ya que el nuevo intendente deja su actual banca como concejal por la que le quedan dos años de mandato, y deja así su lugar a quien le seguía en la lista votada en el año 2017.

Actualmente tres fuerzas políticas tenían su representación dentro del Concejo, a partir del 10 de diciembre serán cuatro, dos con mayoría compartida –dos ediles en el bloque peronista y dos en Cambiemos- y otras dos que darán pelea en soledad: el Frente Progresista Cívico y Social y Unidad Popular. Si bien los acuerdos y alianzas fueron y serán moneda corriente, si bien el consenso es necesario para cada una de las negociaciones en materia de legislación, de ahora en más la balanza se torcerá a priori con mayor facilidad hacia los lados más numerosos.

Será tarea de los dos concejales que formarán bloques unipersonales –Pedro Giantenaso por el FPCyS y Mauro Miguez por UP- lograr aliados en cada propuesta que encaminen. Por el lado del peronismo serán Edgardo Frattini y Hernán Filipone los que lleven la voz oficialista a partir de diciembre. Ana Martelli y Carlos Olmedo, hasta el 10 oficialistas, pasarán a ser oposición, pese a que Olmedo continuará al frente de la presidencia del Concejo con el visto bueno del próximo intendente con quien mantiene una cercana relación.

El panorama, novedoso según el comportamiento político dentro del Concejo que durante años mantuvo cierto equilibrio de fuerzas, pinta un nuevo escenario de alianzas que deberán tejer los ediles, sobre todo a la hora de acompañar o no las iniciativas que provengan del ejecutivo.

La continuidad la darán el 50 por ciento del actual concejo: Ana Martelli, otrora concejal del Frente Progresista y actual concejal de Cambiemos hasta el 2021, Carlos Olmedo, reelecto como edil del partido amarillo; y Pedro Giantenaso, radical parte del FPCyS que queda así en franca desventaja con el fin de mandato del hasta ahora su compañero de bloque, Juan Ignacio Rímini. Otros de los que siguen su camino son el peronista Juan Miguez que finaliza su mandato y el mismo Santacroce que pasará a ser intendente de Funes.

Entre los nuevos se encuentran el candidato más votado, ex concejal del peronismo, Mauro Míguez que llevará esta vez la bandera de Unidad Popular (UP); Edgardo Frattini, que si bien supo ser candidato por el progresismo, finalmente accede a una banca por el lado del peronismo funense; y el debutante Hernán Filipone, a quien la suerte lo sienta en una banca para continuar durante dos años con la banca que ocupó Roly.

En teoría, el FPCyS quedará así solo con una banca, al igual que los votos que tendrá Unidad Popular (UP). El PJ suma dos porotos, los mismos que suma Cambiemos. Sin embargo, dado a la trayectoria de cada uno de los concejales actuales y entrantes, no sería una sorpresa que el signo político no sea más que un sello que tiene peso al momento de las elecciones pero que durante los años que dura cada mandato puede alivianarse y hasta convertirse en otra cosa. En la praxis política suceden cosas que en teoría no ocurren, y en Funes los nombres son –casi siempre- los mismos, no así los colores.

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