Dos jóvenes pensaron en verde y encararon emprendimiento sustentable
Se llama Eunoia Eco productos y apunta a que en Funes se puedan conseguir productos de uso diario de elaboraciones orgánicas, con ingredientes naturales y con un packaging biodegradable.
Los buenos hábitos se aprenden, se incorporan y se contagian. Así lo entienden Julia y Georgia, dos amigas funenses que desde hace un tiempo iniciaron Eunoia Eco Productos, donde distribuyen en la ciudad productos de cuidado personal amigables con el medio ambiente y sugieren tips para vivir de un modo más ecológico.
Tienen 19 y 21 años y encontraron en las redes sociales un gran aliado para investigar y difundir información de utilidad para vivir de un modo más comprometido con el medio ambiente y el entorno que nos rodea. Saben que pertenecen a una generación que entiende que el cambio climático no es profecía improbable ni ciencia ficción. La conciencia ambiental se adquiere, y ellas apuestan a eso.
Es que sin llegar a ser Greta Thumberg, la adolescente sueca que fue noticia cuando encabezó protestas liderando la lucha contra el cambio climático, se puede hacer y mucho. En Europa Greta se planta cada viernes frente al Congreso sueco con una pancarta que anuncia una huelga estudiantil por el clima. En Funes sin tanta halaraca las chicas también se plantan.
¿Cómo? “Poniendo nuestro granito de arena”, cuentan Georgia y Julia, difundiendo “ecotips” a través de su cuenta de Instagram y Facebook @EunioaEcoProductos y trayendo a Funes desde shampoo sólidos hasta cepillos de dientes de bambú. La idea es que en la ciudad también se puedan conseguir productos de uso diario de elaboraciones orgánicas, con ingredientes naturales y con un packaging biodegradable.
“Nos empezamos a interesar en los eco productos y en ese momento se conseguían en Rosario, se nos ocurrió poder venderlos acá, porque cuando lo tenés al alcance se convierten en una opción para usarlos”, cuentan las amigas y vecinas que combinaron sus gustos y conocimientos para llevar a delante su propio emprendimiento.
Julia estudia Administración de Empresas y Georgia Licenciatura en Recursos Naturales. Aseguran que el cuidado por el medio ambiente no tiene por qué llevar ni tiempo ni esfuerzo, son solo cambios de hábitos. En definitiva es prestar atención a cuántos de los productos de uso diario que nos rodean podrían modificarse para disminuir el impacto ambiental: muchísimos.
“Usar shampoo sólido es una gran opción por ejemplo. Un shampoo dura un mes o dos como mucho y ese envase lo terminas tirando y contamina un montón, en cambio el sólido está hecho a base de productos completamente naturales, sin nada de químicos y son biodegradables, es decir: amigables con el medio ambiente”, cuentan y aseguran que la semilla se siembra con “la predisposición para cambiar y continuar con ese cambio, mantenerse en ese cambio y hacerlo un hábito”.
En definitiva la sustentabilidad es tema de debate y preocupación, pero debería ser simplemente de ocupación. La clave es el uso a conciencia de los recursos, ni las empresas deberían seguir produciendo sin atender a su impacto, ni las personas deberían consumir como si los recursos fuesen ilimitados.
Las amigas de Eunoia aseguran que no hace falta ser un fanático de la ecología, simplemente cambiar la ficha: “Nadie es perfecto en esto de ser ecológico, aunque se quiera hacer las cosas bien siempre va a haber algo que pueda mejorarse pero eso es porque por más que uno quiera consumir menos plástico, es algo que está todo el tiempo en la vida cotidiana”, explican.
Por eso además de ofrecer productos cosméticos biodegradables, desde su cuenta se dedican también a difundir ideas al alcance de la mano para implementar en cada casa. “En Instagram publicamos información sobre las eco botellas por ejemplo, son botellas donde se acumula adentro todo el plástico que consumimos, que al recolectarlo te das cuenta que es un montón. Cuando terminas un paquete de galletitas por ejemplo pones el envase dentro de la botella y se llevan a puntos de recolección con la que se reciclas para hacer juegos de plazas, tachos de basura”
Consumir a conciencia es simplemente tomar decisiones, las que acercan los hábitos cotidianos hacia la sustentabilidad. Estas amigas ponen así al alcance de los funenses algunos productos para que sea más fácil elegir. Sin pancartas pero con una bandera: se puede ser más ecológico, “es cuestión de informarse y ver que en realidad no es ni algo súper difícil ni algo que te lleva tiempo”.
Encontraron en las redes sociales “un gran aliado” en esto de “tratar de generar conciencia”. Las dos amigas aclaran que no hace falta subirse a una lancha de Greenpeace: “tampoco es que somos súper ecológicas, pero lo que tratamos es de poner nuestro granito de arena, eso es. Y todos podemos hacerlo”.
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