Dos empresarios funenses abrieron su propia escuela en Estados Unidos

Sebastián Páramo y Hernán Auci son dos funenses que llevaron sus más de 20 años de experiencia en la gestión de institutos de capacitación profesional a Estados Unidos y abrieron su propia escuela en Miami.

El ICR Florida Education es la punta de lanza de la internacionalización del instituto que ambos funenses fundaron en Rosario hace 21 años. “Elegimos Miami porque es la ciudad más cercana, con la comunidad latina más grande y donde conocíamos más personas que nos ayudaran”, le cuenta Sebastián a InfoFunes desde Estados Unidos.

Sebastián está allí desde hace más de un año, aunque no estaba en sus planes. Es que la apertura del instituto en Miami se dio a fines de 2019 y a los pocos meses, la pandemia de Covid-19 puso al mundo patas para arriba. “Fue muy duro empezar, pero sobrevivimos el primer año pese a todo”, confiesa.

Porque, más allá de la inédita pandemia, la gestión educativa en Estados Unidos es todo un mundo nuevo. “Cuando vinimos acá pensamos que iba a ser algo muy parecido a Argentina, pero Estados Unidos es un país un poco complejo en cuanto a Educación, necesitás muchas licencias y eso lleva mucho tiempo”, recuerda Páramo. “Uno viene con una idea y tenés que desaprender todo y empezar de nuevo, acá aprendo todos los días”, agrega.

Pero, pese a las dificultades, el primer año del ICR Florida Education les dio motivos para celebrar. “Estoy muy orgulloso de lo que hicimos en 2020”, dice Sebastián. “Todos los meses fue aumentando la cantidad de gente”, suma. Actualmente, ofrece capacitaciones como Técnico del Cuidado al Paciente, Asistente Médico, Ayudante del Paciente en el Hogar, Asistente de Enfermería, Extraccionista, Electrocardiograma y Facturación Sanatorial.

“Tenemos un equipo de 8 profesores, salones equipados como un hospital y cien alumnos, una cantidad que para una escuela acá es muy buena”, explica Páramo. Para Sebastián, el secreto del éxito es replicar “todo lo que hacemos en Argentina” en el trato con los alumnos. 

“Yo quiero que todo el mundo esté bien y se sienta como en familia”, dice y agrega: “Los seguimos mucho y los contenemos, los ayudamos con sus currículums, acá se sienten parte de la escuela”.

La escuela ya logró la licencia definitiva, lo que les permitirá franquiciar y abrir más sucursales en el país del norte. Mientras tanto, Sebastián planifica su vida alrededor del proyecto. “Por ahora la decisión es quedarme acá, la idea es tener nuestro equipo de trabajo para poder ir y venir”, detalla y asegura que la distancia se compensa con su pasión por su trabajo.

“Amo lo que hago tanto en Argentina como acá, no me cuesta trabajar acá”, asegura y confiesa que todo el año pasado estuvo lejos de su familia y por la pandemia no los pudo visitar. “Así que me dediqué a estudiar”, dice entre risas. Toda una declaración de principios.

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