Lunes, 30 de Septiembre 2024
Domingo, 18 de Octubre del 2020

Cómo se vive la frustración de no lograr un embarazo durante el mes de la madre

La escritora funense Liza Martínez Prieto contó su experiencia durante sus largos años de espera entre tratamientos de fertilidad. Volcó sus textos de ficción a un libro que se editará pronto.

por Vanesa Fresno/Infofunes

Cuando Liza Martínez Prieto cumplió 30 años inició lo que era en su momento una búsqueda, planificada como plan de vida junto a su pareja. Buscar un embarazo era el paso que seguía en su proyecto original, tres años después de casados. La vida la “sacudió a cachetazos” cuando el tiempo pasaba y su idea original no se concretaba.

Finalmente, seis años después quedó embarazada por un tratamiento de fertilidad de sus mellizas, que hoy ya tienen once años. El paréntesis que significó en su vida y en su psiquis esos seis años de espera despertó sus “peores demonios”, tal como confiesa, y las palabras brotaron en cada cuaderno que tenía a mano, ejercicio que siente natural la vecina que “nació escritora”.

“La experiencia me atravesó, realmente no elegí escribirlo, sino que me salían las palabras. Fueron seis años de experiencias muy distintas y fuertes”, cuenta cómo nació su libro, que espera editar pronto pero que mientras tanto algunos fragmentos se pueden leer en su cuenta de Instagram: @OximoronEscribe.

¿Cómo fueron esos años de espera, literal, en la que su vida se vio suspendida sin poder dejar de prestar atención a su deseo inconcluso? “Tenés problemas con vos, con tu pareja, con el mundo, con tus amigas embarazadas, con las que tienen hijos, con tu familia. No querés festejar el día de la madre. Te pasan un montón de cosas”, explica y mira para atrás: “Ahora las cuento desde un lugar en donde ahora soy mamá de mellizas, estoy hablando de un lugar que me lo reservo como aprendizaje, a mí me enseñó un montón como persona”.

¿Pudiste contar lo que te pasaba? 

Fue durísimo, al principio no. Y tampoco encontré lectura. ¿Nadie habla de todo lo que le pasa a una mujer que quiere ser madre y no puede? Y cuando digo todo lo que le pasa hablo también de los peores demonios, porque hubo momentos que así como te decía que no quería ver a nadie, o en octubre, en el mes de la madre, no quería ni salir a la calle. Todo el tiempo era recordarme mi imposibilidad, era una espina clavada. Había veces en que me sorprendí de mis propios demonios: veía a una embarazada y acto seguido, o me iba yo, o se iba ella. Tuve momentos que eran así.

¿Cuál fue tu salto, tu click?

Cuando ya tocas el lodo, que estás abajo del lodo, o te quedas adentro del pozo o vas para arriba. Esto obviamente pidiendo ayuda. Busqué un psicólogo porque entendí que de esto no iba a salir sola... por más que tenés amigos, la carga que vos le volcas a tus seres queridos es mucha, tampoco saben ni cómo abordarlo.

Le dije: Quiero parar de estar triste, no puedo estar todo el tiempo pensando que cuando sea madre voy a ser feliz otra vez porque yo quiero ser feliz ahora. 

Porque cuando te pones en ese lugar y pasa un año, que además no es un año porque el ciclo de la mujer es cada 28 días.. cada 28 días es esa sangre en donde vos sangras, sangras toda, sangras literalmente..

¿Qué aprendiste durante esos años?

El psicólogo me hizo ver todo desde otro lugar. Y es algo que aprendí y me sirvió mucho este año con el tema Covid. ¿Cuál es la gran pregunta que tenemos? El Cuándo. ¿Cuándo se termina esto? ¿Cuándo volvemos a la normalidad? Era mi pregunta también. Es como que vos detenés todo en el tiempo y te decís cuando esto vuelva a la normalidad voy a volver a ser feliz, cuando yo sea madre, voy a volver a ser feliz. Quedás como entrampada en un túnel del tiempo que es la nada misma.

Volviste a darle play...

En ese momento también nos anotamos para adoptar. El psicólogo me decía “vos lo que tenés que tener claro es que vas a ser madre de todas maneras, te falta saber cuándo y cómo, no sabes si vas a ser madre biológica o madre adoptiva, pero soltalo y vivi”.

¿Y qué te pasa ahora en octubre, viéndolo de lejos?

Esa experiencia me abrió mucho la cabeza y la mirada. La pregunta ¿para cuándo?.. no tenes idea lo que es esa pregunta, hasta cuándo va a existir? Si vos no sos madre tenes que explicar por qué… o porque no pudiste o porque no quisiste. Y si no quisiste, ¿por qué no queres ser madre?¿ Hasta cuándo va a ser algo que explicar? 

¿Qué le podes decir a otra mujer, a otra pareja, a otra persona que está deseando un embarazo y no puede lograrlo?

Cada experiencia es única y hay mujeres que desde el minuto uno lo exteriorizan y buenísimo que lo hagan porque meterse para adentro es lo peor. Siempre las alegrías compartidas son doble alegrías y tristezas compartidas son media tristeza. Desde ya que el primer consejo que doy es que no hagan lo que yo hice.. pero es muy fácil decirlo con el diario del lunes.. en ese momento es lo que me salió. Obviamente fue el aprendizaje de mi vida

¿Qué van a encontrar quienes lean tu libro?

En el libro no cuento mi experiencia, son pequeños relatos de ficción, algunos inspirados en cuestiones reales y otros no. Pero lo que quería es visibilizar el tema: no solo de la mujer que busca sino también la que elige no querer ser madre. Visibilizar el lado B de la maternidad, que para mí son esos dos grupos. Lo que quiero dejar como mensaje es que ser madre es una condición hermosa de las mujeres pero no es la única, y que no seas madre no te hace menos mujer. Sos mucha mujer también, elegido o no elegido: si no sos madre porque no pudiste o porque no quisiste.

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