Cada vez más gente quiere alquilar en Funes, pero los precios se mantienen: van desde $600 mil hasta US$2 mil

La volatilidad del dólar que se viene registrando en las últimas semanas no modificó sustancialmente el panorama de los alquileres en Funes. Según operadores inmobiliarios, el movimiento es constante y los precios se mantienen en niveles similares a los del trimestre anterior, tanto en pesos como en dólares. La ciudad, que sigue consolidándose como uno de los destinos residenciales más buscados del oeste del área metropolitana, muestra una demanda sostenida en viviendas permanentes, especialmente en barrios céntricos y cerrados.

“Hay una demanda constante. No hay mayores movimientos pese a los vaivenes del dólar”, señaló consultado por InfoFunes, Iván Miranda, titular de Miraterra Propiedades. Por ejemplo, el alquiler de una casa amoblada de tres dormitorios en un barrio privado, con contrato por 24 meses cotiza en promedio US$2.100 mensuales. Este tipo de operaciones, fijadas directamente en moneda extranjera, sigue siendo habitual en el segmento medio y alto del mercado funense.

Los valores en pesos, en tanto, también acompañan la tendencia. Una casa estándar de dos dormitorios en el centro de Funes ronda el millón de pesos mensuales, mientras que las de tres dormitorios con todos los servicios parten de $1.200.000. Las unidades de un dormitorio son las más escasas y, cuando aparecen, pueden alquilarse desde los $600.000.

En cuanto a los locales comerciales, la situación es similar: los contratos se pactan mayormente en dólares, aunque algunos propietarios aceptan su equivalente en pesos al tipo de cambio del día de firma. Esta estabilidad se explica por la solidez del consumo interno en Funes y por la radicación de nuevas empresas y servicios que eligen la ciudad para expandirse, lo que sostiene la ocupación de locales en arterias principales como Mitre, Santa Fe y Ruta 9.

Mientras el mercado nacional muestra incertidumbre por la devaluación, que empuja de manera pareciera inevitable a la inflación, Funes se consolida como un enclave estable, donde la calidad de vida que ofrece siguen impulsando la demanda. En un contexto económico cambiante, el ladrillo en la ciudad parece resistir sin sobresaltos: las viviendas se alquilan, los locales no quedan vacíos y los valores, por ahora, no ceden.

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