Balacera en Ayco: “Estoy pidiendo un poco de seguridad para poder trabajar”

Una concesionaria de Fisherton cerca del límite con Funes fue baleada el sábado pasado. Más de 6 impactos de bala quedaron marcados en la vidriera y con ellos aparecieron notas amenazantes. El dueño de la concesionaria Ayco en una entrevista con InfoFunes explicó lo sucedido y cómo se encuentra actualmente el caso. 

“El día lunes 11 se presentó un muchacho de 15 o 16 años, le dejó una nota a la chica de mesa entrada diciendo que el dueño se comunique con ese números de teléfono que tenía escrito, en base a eso hicimos una denuncia y pensamos que se trataba de lo mismo que le estaba pasando a todos los comerciantes. A partir de esa denuncia arrancó una investigación y no pasó nada más hasta el día sábado”, explicó cómo comenzó todo el dueño de la concesionaria de Rosario.

Según contó el dueño de Ayco uno de los empleados llegó el sábado a las 9 de la mañana y vio 7 impactos de bala en toda la vidriera, y encontró unas notas envueltas en una piedra con una bolsa y cintas, allí “Pedían 8 millones de pesos, que no avisemos a la policía, que sabían todos los movimientos y que nos iban a matar. Decía que teníamos dos horas para pagar y sino plomo y con una firma que decía , los tres papeles siempre remarcaban el número de teléfono”, declaró el dueño.

Y remarcó: “Luego de eso se volvió a efectuar la denuncia,y estuve hablando con un montón de funcionarios y con la jefa de la policía para tratar de solucionar esto. Lo único que yo estoy pidiendo ahora es un poco de seguridad para salir a trabajar, en el negocio somos 20 personas que dependemos directamente del local, e indirectamente otro tanto que nos nutrimos todos de lo que es la agencia”, resaltó el dueño de Ayco.

Actualmente la concesionaria se encuentra fuera de funcionamiento por la seguridad de todos sus empleados y clientes. “Estoy tratando de conseguir un poco de seguridad para poder seguir trabajando porque si no nos garantizan seguridad lamentablemente lo único que me va a quedar es bajar la persiana”, dijo conmocionado el empresario.

Además el dueño afirmó que 8 millones de pesos “es una suma exorbitante” e imposible de pagar para cualquiera. Según comentó las investigaciones ya se encuentran con numerosos avances pero aún siguen trabajando para poder “llegar al fin de todo esto”.  

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