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Jueves, 18 de Octubre del 2018

Edificios en el Aeropuerto: Funes quiere un nuevo acceso a Rosario

<p>Se trata de Tomás de la Torre. La Municipalidad aspira a obtener su pavimentación desde el Ludueña hasta Independencia a cambio de permitir las construcciones en altura que destraben el canje de tierras.</p>

 

El operativo que el gobierno provincial intenta propulsar para adueñarse de un terreno frente al Aeropuerto Internacional “Islas Malvinas” todavía está en la fase de negociaciones con los municipios de Funes y de Rosario, cuya aprobación es indispensable. Sin embargo, y aunque oficialmente no se dio información, se supo que a cambio de darle el visto bueno a la operación, la Municipalidad de Funes pretende que se pavimente Tomás de la Torre, desde el Arroyo Ludueña hasta Independencia, y así ganar un nuevo acceso a Rosario.

 

¿De qué se trata el canje? La Provincia acordó con los dueños de un terreno triangular de cuatro hectáreas ubicado entre Jorge Newbery y el Aeropuerto, justo antes de la curva de dicha arteria frente a la terminal que está próxima a construirse, un canje por otro espacio de poco más de dos hectáreas de propiedad provincial, con jurisdicción compartida entre Funes y Rosario, ubicado entre el shopping Fisherton Plaza, la Subestación Aeropuerto de la EPE, las vías del tren y la traza de Jorge Newbery a la altura de los hangares del Aeropuerto.

 

Funes y Rosario entran en juego dado que la Provincia negocia con sus gobiernos y sus concejales que en el terreno que se pretende ceder al privado rijan normas urbanísticas que permitan un desarrollo consistente en un hotel, un centro comercial y hasta departamentos. Según fuentes allegadas a la negociación, se habla de construcciones de hasta quince metros de altura del lado funense y de veinticinco metros de altura del lado rosarino. Consecuentemente, el canje se tornaría más atractivo para el privado, ya que las cuatro hectáreas que cedería están calificadas como área de reserva y pesa sobre las mismas una medida de no innovar en la Secretaría de Planeamiento rosarina, lo que impide cualquier tipo de construcción o emprendimiento.

 

En Funes, los funcionarios municipales entienden que esto es imparable y que solo queda obtener el mejor beneficio para la ciudad. En la misma línea piensan algunos concejales. Ese beneficio consiste en la oferta laboral y el movimiento económico que generará un nuevo polo comercial como el que se planea, el Derecho de Registro e Inspección que el hipotético desarrollo tributará en Funes, y el quid de la cuestión: las obras de infraestructura de las que el privado se tendrá que hacer cargo para compensar la plusvalía obtenida con el canje de tierras.

 

Si bien en principio se habló de la boulevarización de Jorge Newbery desde el paso a nivel hasta la rotonda de ingreso al Fisherton Plaza, a los ojos de casi todos los actores funenses involucrados en la negociación es poco. “Es una obra que tienen que hacer sí o sí para el acceso al nuevo polo comercial, no beneficia directamente a Funes”, dicen off the record. ¿Qué quieren conseguir en Funes? La Municipalidad aspira a obtener la pavimentación de Tomás de la Torre desde el Arroyo Ludueña hasta Independencia. De esa manera, se habilitaría otra vía de comunicación con Rosario que aliviaría el tráfico en Ruta 9 y en Pedro Ríos.

 

Otro de los actores propuso que el privado se haga cargo de aportar lo necesario para que el acceso a la autopista Rosario-Córdoba planificado a la altura del Aeropuerto tenga una bajada en Av. Illia, que no fue incluida en el proyecto oficial. Sin embargo, esa última idea tiene menos chances dado que se maneja otra posible solución a esa problemática, que incluiría obras a cargo del Grupo Transatlántica, que quiere llevar a cabo otro desarrollo comercial en Newbery entre Ruta 9 y Avenida Illia.