Un rincón de arte con objetos antiguos para perderse en el tiempo

“Esculturas, muebles, piezas únicas que te harán viajar a la Inglaterra victoriana, a un cuento de Julio Verne o a la época de la Revolución Industrial. De eso se trata, de un vuelo al pasado”, de esta manera Daniel Santero, artista plástico, describe lo que busca transmitir con sus trabajos. Con 30 años dedicándose al mercado del arte, nos invita a dar un paseo por “Pararte Funes”, un espacio donde asegura “provocar sensaciones” con cada obra realizada.

El lugar que resguarda sus trabajos terminados se encuentra en Funes en Ruta 9 4211. Una vez que entras al negocio donde garantiza que “todo está en venta”, te encontrás con un cúmulo de objetos de metal con un tinte antiguo pero futurista, eso que se conoce como “retrofuturismo”. Todo lo que ves allí es una restauración de lo que un momento supo ser chatarra pero que ahora tienen otro significado y, a su vez, un nuevo uso. “Nunca sacrificaría una pieza vieja que está entera porque eso me provoca admiración y quiero mantenerla así. Me gusta mucho la impronta de base de cada cosa. Una vez que encuentro un elemento que ya viene con su pintura original yo trato de igualar ese color para darle ese sello que tuvo en su momento”, asegura el artista.

Cada pieza acabada tiene una historia, un porqué, al mismo tiempo que Santero asume ser “espontáneo y diverso”, pero es esa misma autenticidad que se ve reflejada en la escultura del Caballo cosedor, en el reflector “estilo nave” que afirma que tiene mucho del escritor Julio Verne o en La máquina de escribir Steampunk. “Esto es lo mío. Yo puedo pintar, puedo hacer una escultura o puedo hacer un mueble. Sin embargo, así como ves obras artísticas, a mí me gusta mucho lo utilitario, que mi mano de obra sirva para algo”, expresa en el momento de explicar sus trabajos. Además, no es un dato menor que durante muchos años se haya dedicado a la industria como legado familiar: “Todo lo que hago conlleva un ritmo de fábrica ya que puedo estar elaborando en 5 o 6 piezas a la vez. Pero ese es mi motivo, cada día hacer algo distinto. Después de trabajar de manera cansadora y en serie, hacer esto es liberador”, cuenta decidido.

Si hay algo que Daniel tiene en claro es que busca provocar al espectador “sensaciones”. “Hay quienes miran el objeto y piensan en las partes con lo que lo hice, otros que miran el total. Cada mirada tiene una interpretación, algunos les provoca recuerdos o nostalgia y eso es lo que me gusta: que genere aunque sea algo”, afirma el artista y agrega: “Si de algo estoy seguro es que acá te vas a encontrar con cosa únicas, piezas que no creo que otra persona se las imagine”.

Para poder ver sus trabajos, el artista cuenta también con una página de Instagram donde sube algunos de los objetos en venta: @danielsantero.