“Este Concejo fue el centro y el eje del debate político”

¿Qué balance haces de estos 4 años en el Concejo?
Yo caracterizaría a este ciclo legislativo desde dos puntos de vista: Uno más político y el otro más institucional. Desde lo institucional, creo que hubo una fuerte apertura hacia la sociedad, una mejora de la calidad de la producción legislativa, hubo una decisión de las presidencias de Horacio Rímini y Adrián Sánchez de abrir el Concejo a la opinión y la participación de los vecinos, es de esperar que así continúe siendo porque me parece que el punto de vista del vecino enriquece la labor legislativa. Sin embargo, institucionalmente también, en muchas oportunidades estuvimos en un punto de conflicto con el Departamento Ejecutivo municipal, que es ya una constante en la relación entre concejos e intendencia a lo largo de los casi 25 años de existencia del Concejo, es de esperar que en un futuro esa situación se subsane. Desde lo político, creo que, por primera vez en este ciclo de existencia del Concejo, hubo una composición bien heterogénea, se dio un debate político de alta intensidad, quedaron reflejadas y expresadas todas las fuerzas políticas. Este Concejo para mí fue el centro y el eje del debate político en la ciudad, y eso es de destacar. Hubo contraposición de ideas, y de eso surgió un número de ordenanzas muy significativo, que creo que es el punto más alto de producción de ordenanzas de la historia de la existencia del Concejo. Y creo que va a ser muy difícil para los futuros concejales bajar el nivel de debate político porque creo que se convirtió en el escenario fundamental de las decisiones y los debates políticos de la ciudad.

¿Cómo definirías al Concejo que te tocó integrar?
Fue un Concejo de alta intensidad, de apertura, con una gran productividad legislativa, se mejoró sustancialmente la calidad de las normas, y muchas de esas ordenanzas generadas fueron después puntales en materia de políticas públicas, por ejemplo la creación del sistema de educación inicial, la regulación de la actividad hotelera en la ciudad, las ordenanzas marcos de prohibición de fumigaciones y el régimen de producción orgánica, la creación de un régimen de protección animal y control poblacional de animales que dio origen a la política pública de salud animal, la ampliación de la red de agua potable, la ordenanza marco de la obra de cloacas, toda una serie de políticas públicas fundamentales que estuvieron destinadas a mejorar la calidad de vida de los funenses.

¿Cuál fue el proyecto emblemático de tu concejalía?
Sin ningún lugar a dudas el proyecto de expropiación de la Quinta de Funes, no sólo por su trascendencia histórica o simbólica si no también porque marca un compromiso, una coherencia de nuestro posicionamiento político, de nuestra postura ideológica. Acompañamos siempre la causa de Memoria, Verdad y Justicia y lo llevamos a los hechos concretos, mostramos a la gente que el legislador también puede gestionar en beneficio de la ciudad. Esta es una idea que yo la planteo desde el punto de vista político como revolucionaria, porque plantea la posibilidad de que, donde operó un lugar de terror sistemático, además de funcionar en un futuro un espacio de Memoria, funcione también una escuela pública, que a través de la educación las futuras generaciones puedan hacer con ese pasado vinculado a la muerte y al terror, algo positivo, convertirlo en más democracia, generar un cambio cultural que haga mejor ciudadanía. Fue muy importante porque recibió el apoyo de todos los bloques políticos, marcó una forma de hacer política. El proyecto está a punto de convertirse en ley provincial.

¿Sentís que te quedó alguna deuda sin saldar en estos 4 años?
Desde el punto de vista personal y del partido político del que formo parte, una deuda pendiente es no haber podido concretar la constitución de un banco de tierras, que era una de nuestras iniciativas principales. Planteaba la posibilidad de que en Funes pudiese existir una política pública de vivienda para los sectores medios y populares de la ciudad. Esta problemática está ligada también directamente con otra propuesta que planteamos y que no pudimos concretar, por lo menos en esta etapa política, la prohibición de los barrios cerrados, ponerle un límite a la privatización de los usos del suelo en la ciudad y del avance de los sectores corporativos y empresariales sobre los beneficios del uso del suelo. Vamos a seguir militando esta causa porque para nosotros la tierra es un bien social que no solo acumula valor sino que, en manos del Estado, puede generar beneficios para la gente.

¿Cuál es el futuro de Mauro Miguez después del 10 de diciembre?
No es un futuro individual, soy parte de un colectivo político que es el Frente Amplio de Unidad Popular, esta estrategia electoral pero también esta construcción política que empezamos a darnos a partir del 2013, que participó en dos elecciones, y que se plantea como una fuerza popular, reformista, progresista, vinculado a las mejores tradiciones de la izquierda democrática y popular. Buscamos ampliarla, consolidarla, sumar nuevos actores de la ciudad, posibilitar que los funenses tengan una alternativa local a los partidos mayoritarios. Vamos a seguir trabajando en los barrios, con la gente, tratando de ser legisladores de calle, planteando propuestas al Concejo, trabajando con el mundo de la cultura, solicitando que se generen espacios para la educación, representando a jóvenes y minorías, con una vocación mayoritaria. Estoy convencido que con una vocación frentista sincera, genuina, abierta a la participación de otros sectores, no sólo vamos a volver al Concejo en 2017 sino que también vamos a estar cerca de ganar el gobierno municipal y darle a la ciudad la primera intendencia de un signo localista. Pretendemos ganar la ciudad.

-¿Hay lugar para el justicialismo?
-En el armado de un frente popular, estamos abiertos a los sectores más progresistas del peronismo o la UCR que deseen sumarse a la construcción de este armado, pero también a través de ir generando un diálogo político con acuerdos sobre políticas públicas para la ciudad, me parece que es necesario estar en contacto con estos sectores de los partidos mayoritarios y también con otros partidos locales o regionales.