Valentino Rossi “casó” a dos funenses

Ángel y Romina se conocieron hace casi diez años a través de amigos, estando cada uno en pareja. Años después, la vida los reencontró y se pusieron de novios, en una relación donde lo que predominan son los motores. Es que Ángel Gutiérrez y Romina Maciel son los dos fanáticos del MotoGP, la Fórmula 1 del motociclismo y del emperador de los dos cauchos: el italiano Valentino Rossi, nueve veces campeón.

Por esto es que, para la Navidad del año anterior, Romina sorprendió a su novio con las entradas para el primer MotoGP que se corrió en Argentina. Ahí, en ese viaje, fue que en la cabeza de Ángel se empezó a gestar todo: le iba a proponer casamiento a su novia y quería que Valentino Rossi sea el padrino. Y el MotoGP del 2015 en Termas del Río Hondo, Santiago del Estero era la oportunidad.

“Yo caí cuando escuché a mi marido hablar en italiano, ahí dije “epa, ¿qué está pasando?””, cuenta Romina. “¡él había planeado todo desde el año pasado, y hasta se había aprendido algunas frases de italiano para pedirle a Valentino que sea el padrino de compromiso!”. No conforme con las clases a escondidas de italiano, Ángel habló con la seguridad del múltiple campeón, con los empleados del hotel, y hasta le escribió una nota a Rossi para que este acceda a esta locura. Todo Santiago sabía lo que iba a suceder menos Romina. Lo que se dice, una gran sorpresa.

“Valentino estaba más contento que nosotros. Primero se pensó que era una joda, pero después se dio cuenta y nos miraba como diciendo “mirá que me pidieron locuras, pero como esta ninguna””, relata una todavía emocionada Romina. “Nos habían dicho que tengamos cuidado con tocarlo y eso, pero él venía y nos abrazaba, estaba contentísimo. ¡Si hasta su mánager filmó todo con su celular de lo sorprendido que estaba!”

Las repercusiones no tardaron en recorrer el mundo, ayudadas por la mención que Il Dottore hizo en la conferencia de prensa post carrera del suceso. A Romina y Ángel los llamaron de varios medios nacionales e internacionales, y hasta la gente en Santiago les pedía fotos porque “ustedes van a ser lo más cerca de Valentino que vamos a estar”. Increíble.

La conversación con Romina termina con una pregunta clave: “¿y ahora? ¿cuándo el casamiento?”. Romina responde de una manera, cuanto menos, esperada: “¿qué casamiento? ¡Ahora a ahorrar para el MotoGP del año que viene!”.