Jueves, 02 de Mayo 2024
Lunes, 07 de Enero del 2013

Un museo de Solari Parravicini en Funes

<div>En una quinta de nuestra ciudad se proyecta exponer los originales de pinturas y textos del "Nostradamus argentino", que son propiedad de Eduardo Von Wurmb, un descendiente de alemanes cuyo padre fue amigo del artista que dibujó y escribió profecías en la década del 30.  </div>

En poco tiempo más Funes tendrá un nuevo museo. Si, y aunque en un primer momento suene estrafalario, la principal atracción serán las pinturas y textos de Benjamín Solari Parravicini (1898-1974), pintor argentino reconocido por sus famosas series de predicciones.

Más curioso aun puede resultar el hecho de que las obras a exponerse son todos originales, los mismos blocs de hojas con los trazos de la carbonilla de Parravichini.

A todo esto, ¿Qué tiene que ver Solari Parravicini con Funes? Y: ¿Cómo pueden llegar a recalar los originales en esta pequeña ciudad santafesina?

Allá por el año 1932 Benjamin Solari Parravicini estaba dibujando en su estudio cuando sintió que lo que estaba plasmando en el papel era un mensaje que venía de arriba. En ese momento arrancó su camino de profecías a través de las psicografías, dibujos proféticos acompañados por pequeños textos explicativos. Quien mandaba los mensajes era "Fray José, Servidor", según firma algunos textos Parravicini.

En el año 1972 un Parravicini ya famoso, siguiendo un mensaje que le dictaba Fray José, le entregó a su amigo Sigurd Von Wurmb todos sus originales para que este se encargue de publicarlos y divulgarlos.

Sigurd Von Wurmb (1925-2007) era un ingeniero mecánico y agrónomo, arqueólogo, apasionado por los fenómenos extraños, los OVNIS y volcado a la parapsicología. A su vez, Sigurd era un gran divulgador de estos temas sobre los que escribía en diversas publicaciones.

Von Wurmb, descendiente de alemanes nacido en Buenos Aires, mudado a Alemania de pequeño, vuelto a la Argentina después de la Segunda Guerra, y mudado nuevamente a Rosario, publicó y masificó la obra de Parravicini. "Caminante; por esta noche basta. Entrega estas páginas que nos entretuvieron ratos, entrégalas al amigo hermano Sigurd. Él debe guardarlas para cuando el momento se allegue, al momento que aguardo", dice la psicografía que ordena entregar el material a Sigurd.

Muerto Parravicini, que no tuvo descendencia, los derechos de sus obras quedaron en manos de Von Wurmb, que se dedico a difundir los aciertos de las profecías dibujadas. En 2007, este murió y todo el material quedó a cargo de su hijo, Eduardo. Él es quien planea abrir el museo en Funes, en una vieja quinta que la familia compró en 2001 y que solía ser una reserva animal, con monos, pumas y perros salvajes entre otras especies.

"La idea es volcar ahí todos los originales, pero también que las galerías expongan permanentemente las pinturas de mi abuela -que se venden en las galerías de Europa-, y las vasijas-retrato que mi padre hizo reproduciendo la cultura Mochica", cuenta Eduardo sobre su próximos planes.

Para que se cumpla este deseo ya presentó en el municipio un plan para lotear aproximadamente 8 hectares de las 11 que tiene la quinta. Con el dinero de las ventas piensa financiar las obras necesarias para instalar el museo-galería. 

Desde su casa de Rosario, Eduardo nos muestra algunos de los originales que en algunos meses podrán admirarse en Funes. "Lo tremendo de esto es que no es una religión ni nada, vos mirás y las profecías se cumplieron en un 99%", dice Eduardo, que sueña con abrir el museo para febrero, justo para el estreno de la película 5-5-5, un thriller psicológico protagonizado por Antonio Birabent y basado íntegramente en las psicografías de Parravicini.

"Costantini, el dueño del MALBA, ya me pidió los originales para exponerlos cuando sea el estreno -dice Eduardo, que agarra el libro de tapa roja, lo abre en la página 90 y sigue-. En el 2001 este libro se transformó en best seller. Lo llamaban a mi papá de todo el mundo para recriminarle por no haber avisado". En esa psicografía se ve una figura mezcla de Estatua de la Libertad con Torres Gemelas en un escenario de catástrofe, y un texto que reza: "La libertad e norte América perderá su luz. Su antorcha no alumbrará como ayer y el monumento será atacado dos veces". La fecha es de 1939, las torres se harían más de 30 años después.

"Esta es la Cruz Orlada -dice Eduardo mientras nos pasa la tapa del libro violeta-. La hizo Parravicini siguiendo las instrucciones que le transmitían. Hemos hecho pruebas sorprendentes con esa cruz. La virtud que tiene es pasar la energía negativa a positiva".

Bajo la energía de esa cruz, Eduardo apunta todos sus esfuerzos a levantar el museo que tiene entre ceja y ceja. Así, le dará un lugar adecuado a ese material que guarda desde hace años. Será un homenaje a Parravicini, pero más que nada, a su padre.