Los maniatan durante una hora y les roban joyas y una camioneta
Walter Merlo, reconocido músico y periodista local, y su familia sufrieron el ataque de tres delincuentes, que se alzaron también con una gran cantidad de equipos de sonido. El vehículo fue recuperado por la policía.
Walter Merlo, reconocido músico y periodista local, sufrió junto a su familia una de esas situaciones a las que nadie desea someterse. El lunes de la semana pasada, temprano por la mañana, se aprestaba a llevar a su hija de diez años a la escuela. Graciela, su mujer, también salía de la casa que habitan en la cortada San Marcos ya que debía cumplir con su trabajo.
Los sorprendieron tres delincuentes con armas, quienes rápidamente redujeron a los tres y los regresaron al interior del hogar. "No opusimos resistencia", relató Walter. Los mantuvieron durante una hora, y para que de alguna manera no les interfieran la tarea, los maniataron de pies y manos. A Graciela a un sillón del living, a Walter y la nena en el piso de la cocina.
"Revolvieron toda la casa, aparentemente hay una vivienda errónea, fue un dato mal dado", cree Merlo, a raíz de los insistentes pedidos de los delincuentes que daban cuenta de mucho dinero de una supuesta empresa que la familia víctima no lidera.
No obstante, se alzaron con un importante botín compuesto de joyas, equipos de sonido y una camioneta Ford Eco Sport que apareció el miércoles en Barrio Tango, Rosario. Los ladrones "serían los mismos" que durante la misma mañana cometieron otros dos robos en la ciudad, en Los Troncos y Funes R.
Los delincuentes se movieron de modo "profesional, en la manera de buscar las cosas". "Tenés que agradecer que no se enojaron de que había poca plata", se lamentó Graciela, para agregar: "Sobretodo cuando le ves una pistola en la cabeza a tu hija".
Aún no hay noticias del resto de los elementos sustraídos, pero Merlo "no" es muy optimista en que puedan recuperarse. Le robaron mucho de lo que utiliza todos los días en su trabajo: consolas de luces, de audio, dos compacteras, un maletín "lleno" de partituras y otros de micrófonos. Pero lo que más le duele a la familia es que los hayan dejado sin algunos "recuerdos", como una medalla.
Walter y su mujer agradecieron el rápido accionar policial, y mientras tratan de superar el trance se preocupan por la "sensación de violencia a flor de piel que en cualquier momento estalla", que los invade. Por esa razón, el pueblo funense los abraza y ellos aseguran: "Nos vamos a esforzar en tratar de creer que no todos son culpables".
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