Tras la persecución, desde el Comando de Funes aclararon que “no hubo tiroteo, sino disparos intimidatorios”

Tras la espectacular persecución que mantuvo en vilo a Rosario y Funes durante la noche del jueves, el jefe del Comando Radioeléctrico, Mauro Decandido, local dio detalles de cómo fue el operativo que terminó con dos delincuentes detenidos en barrio Cantegril.

“No hubo tiroteo, fueron disparos intimidatorios”, aclaró el funcionario, en referencia a la versión inicial que hablaba de un enfrentamiento armado. Según precisó, uno de los sospechosos descendió del utilitario robado y exhibió un objeto sospechoso, por lo que los uniformados realizaron detonaciones hacia un lugar seguro para disuadirlo.

El raid comenzó en Arijón al 2700, en la zona sur de Rosario, donde los asaltantes robaron una ambulancia de la empresa CG&L. “El conductor estaba esperando a una de las doctoras del servicio, que asistía a un paciente, cuando se acercan los dos masculinos y, bajo amenazas de muerte con un arma de fuego, le sustraen el vehículo”, detalló el jefe

Desde allí escaparon por Autopista Rosario–Córdoba y fueron detectados por las cámaras del 911. La persecución tuvo aspectos cinematográficos: mientras los móviles intentaban interceptar al utilitario, un patrullero rosarino terminó volcando.

El ingreso a Funes fue caótico: desorientados, los delincuentes se metieron en el barrio Cantegrill, un barrio semicerrado de calles angostas y con obras en construcción. Allí, tras varios giros fallidos, cayeron con el rodado dentro de una pileta en obra.

Lejos de entregarse, intentaron escapar a pie y se escondieron bajo unas tarimas de madera de otra vivienda en obras, donde finalmente fueron atrapados. Asimismo, el jefe de la unidad explicó que, si bien hubo una oficial herida, la lesión no fue producto de un tiroteo: ocurrió en un forcejeo con uno de los delincuentes que terminó con un disparo en la ingle.

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