Pedro Segundo Tavacca: “Funes era como una familia”

“Cuando yo vine acá lo único que había eran tambos. Prácticamente era el tambo de la provincia Funes. Por supuesto ni una calle pavimentada. La belleza que tenía Funes era que había pájaros de todos los colores y todas las características. Era hermoso Funes. Eso se empezó a perder cuando empezaron a fumigar para la actividad agrícola, hace aproximadamente 50 años. Todas las tardes pasaban las bandadas de pájaros que venían del campo e iban a las islas. Ahora ya no hay ni pájaros, ni sapos, lechuzas, ni ratones”. Quien recuerda aquellos años es Pedro Segundo Tavacca, quien llegó a Funes a los cuatro años, allá por el lejano 1928. En todo el pueblo sólo había un auto, un Ford A.

Mientras enseñas unas fotos viejas cuenta, “en los primeros tiempos había un motor que producía la energía eléctrica para el pueblo. La luz solo la daban de noche, de día de no. Antes que eso había unos faroles de aceite que se prendían de noche, tres faroles, cerca de la estación de ferrocarril. Mi abuelo fue uno de los jefes de la estación. Antes del pavimento todo el movimiento era por trenes, hasta lo más insignificante se traía por tren, no existía la ruta”.

Entre 1952 y 1957 trabajó como secretario en la comuna, una época en donde todas las actuales secretarías se englobaban en una. De ese periodo recuerda que “no había tantos impuestos”, que algunos de los juegos de la plaza fueron hechos en el año 53 con la colaboración de la gente y que el camión regador se compraba con rifas. “Funes era como una familia”, dice nostálgico.

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