Sábado, 04 de Mayo 2024
Domingo, 05 de Noviembre del 2023

Para leer y disfrutar: "Una historia de fútbol"

CARTA DE LECTORES

            El calor agobiante aprieta a los pequeños jugadores en la cancha 8 del Argentinito de San Carlos, el torneo infantil internacional más importante de la región, obligándolos a un esfuerzo más, alentados por madres, padres y abuelos de los dos equipos. 

           El fuerte Bastian salta y despeja la pelota alejando el peligro, defensor de la 2013 de San Telmo se preparó mucho tiempo junto a su equipo para el torneo más esperado del año, su cuerpo grandote engaña y parece tener más edad, pero tiene 10 como todos sus compañeros con quienes comparten pasiones, alegrías y sobre todo ilusiones, las más lindas ilusiones de futbol, esas que todos los chicos sueñan cada noche y reviven en el día peloteando en los patios rompiendo plantas y macetas. 

           Detrás de los alambrados el bullicio confuso de los padres aumenta la enjundia de los chicos, ellos saben que están ahí, los necesitan para que los vean saborear un triunfo o para que sean el respaldo necesario en la dura derrota. Aferrado al alambrado, en silencio y con su mirada tranquila atenta al juego, está el abuelo de Bastian. Allí muy pocos saben que hace 40 años Omar defendió los mismos colores y en el mismo puesto que su nieto, defensor central.

             Eran tiempos de mucha habilidad y guapeza, otro fútbol donde los jugadores no se revolcaban tanto de dolor, ni se quejaban por el estado del campo de juego o la pelota, había que jugar por los colores, por el club y, obviamente, por el honor. De familia tradicional del barrio San Telmo, Omar desde muy chico tenia de referentes cercanos a sus tíos Marcelo y Quito, jugadores del club, aprendiendo como antes era costumbre, jugando a la pelota todos los días y con gente más grande.

              Los que lo vieron jugar coinciden que fue uno de los mejores defensores del pueblo, firme y seguro abajo, de buen pase, gran cabeceador y no se quedó atrás a la hora de metro pierna fuerte. Funes fue cuna de grandes jugadores por eso mencionar cualquier ranking de buenos futbolistas suscita entre los nativos discusiones eternas según la afinidad a los clubes y la edad que se tiene, pero nadie niega que Omar se destacó entre los buenos siendo respetado por los hinchas de otros equipos. Dentro de la cancha era protagonista principal con la prepotencia necesaria que el puesto de defensor exige, pero fuera de ella demostraba siempre gran sencillez y humildad. Los que saben un poco más cuentan que jugando en Newell's, después de su paso por el club Rio Negro, desechó una oferta para no ocupar el lugar de un compañero, quizás su humildad le jugó en contra de su carrera y respetó sus principios, pero esa es otra historia. 

             Falta poco para terminar el juego, el hábil delantero de Central Norte de Salta cruza el mediocampo rápidamente generando zozobra en la defensa, pero surge Bastian entre un montón de piernas y sale jugando, el abuelo solo aprieta los dedos contra el alambre, aflojando después ante. la jugada resultada por el nieto. Tal vez el entorno le recuerda cuando jugaba aquellos grandes partidos contra el centenario y querido Club Atlético Funes, clásicos de “hacha y Tiza” que paralizaban la ciudad, o en los torneos millonarios de 7 jugadores y 3 suplentes en la “cancha grande” frente a la 125, cuando había que medirse con el Trinche Carlovich, Almirón, Burgos, Chupete Quiroga y otros grandes jugadores de los clubes de Rosario que venían por unos pesos todo el domingo. 

               El árbitro pita el final del partido y los pibes de la 2013 de San Telmo festejan revoleando sus camisetas ofrendando el triunfo a las familias, Bastian entre saltos y abrazos busca con la mirada a su abuelo, sabe que estuvo ahí sufriendo, dándole aliento y consejos. . en silencio. Algunas historias se niegan a terminar y vuelven a vivir mágicamente, sostenidas a través de los años por esas conexiones invisibles que hacen que el tiempo sea todavía más relativo. Esta es una historia de esas, de amor de nietos y abuelos, de fútbol y de amor por los colores del club, de ilusiones y sueños, porque como dice la canción, “lo cierto apenas son instantes, vivir de sueños es lo verdadero” . 


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