Fuego, una escopeta y un cuerpo que no está: qué hay detrás del crimen de Marcelo Molina
Para los investigadores, fue víctima de un homicidio perpetrado por la pareja y su entorno. Sin embargo, aún no lo encuentran. Por qué lo buscan en Funes.
Hace una semana que la desaparición de un roldanense de 42 años mantiene en vilo a toda la región. Marcelo Molina fue visto por última vez el viernes a las pasado el mediodía y, desde ese momento, se ha montado una profunda investigación que busca dar con su paradero. Para los investigadores, Molina fue asesinado, aunque no encuentran sus restos, aunque su moto y su camioneta se encontraron en un predio de Funes cercano a la autopista Rosario-Córdoba. Allí se hicieron rastrillajes en búsqueda del cadáver, pero dieron resultado negativo.
El último contacto fehaciente de Marcelo con su familia fue durante la tarde del viernes, cuando llevó a su hermana Silvia a su trabajo. Desde ese momento, se cree que los acusados -la "pareja", su hermana y su cuñado- tomaron el control del teléfono del desaparecido e intentaron tranquilizar a los familiares, quienes ya habían comenzado a preocuparse por la ausencia de la víctima. Sin embargo, levantaron aún más sospechas al sólo enviar mensajes escritos, algo que la familia consideró inusual porque Molina solía comunicarse por llamadas o audios.
Preocupados por las respuestas poco convincentes, sus hermanas fueron a su casa esa misma noche. Encontraron el lugar vacío: se habían llevado televisores, ropa y otros objetos. Dos días después de su desaparición, la familia realizó la denuncia en la comisaría de Roldán, lo que marcó el inicio formal del operativo de búsqueda en toda la región.
La investigación se centró en una mujer con quien Molina mantenía una supuesta relación sentimental desde hacía más de cuatro años. Ella, junto a su hermana y su cuñado, fueron los primeros demorados por el fiscal Adrián Spelta. Para los investigadores, son quienes habrían desvalijado la casa de Marcelo y, además, quienes condujeron su camioneta -una Volkswagen Saveiro- y su motoc hasta el predio del kilómetro 308 de la Autopista, donde se realizó un allanamiento.
Este espacio clave en la trama investigativa pudo ser hallado gracias al seguimiento de los vehículos de la víctima realizado por el Centro de Monitoreo de Funes a pedido de los familiares de la víctima, quienes aportaron los datos de las patentes. Ese aporte dinamizó la investigación. En ese predio, donde trabaja de casero el único hombre detenido, las cámaras también registraron una fogata alimentada con pallets que se extendió por varias horas de la noche del viernes, el día de la desaparición de Molina.
Con las pistas recabadas en la investigación, el fiscal del caso dio por muerto al desaparecido roldanense, decidió llevar a las tres personas demoradas a audiencia imputativa y acusarlos como coautores de homicidio agravado por el concurso premeditado de dos o más personas. Entre los sospechosos se encuentra la “pareja” de Molina, quien según sus hermanas decía ser viuda y tener cáncer, pero no se encontró ningún registro de tratamiento en el hospital donde dijo ser atendida y resultó estar casada con un hombre de la localidad de Monje.
Justamente, en un puente entre Monje y Barrancas se hallaron distintas tarjetas y documentos a nombre de la víctima junto a una escopeta. Como si fuera poco, las pruebas de luminol realizadas en la vivienda de la víctima dieron positivo en la búsqueda de rastros de sangre.
Así las cosas, al día de hoy contínuan los rastrillajes en busca del cuerpo de Molina, mientras que los pesquisas continúan recabando pruebas de cara a la audiencia imputativa que tendrá lugar en los primeros días de la semana entrante. Desde el Ministerio Público de la Acusación informaron que siguen trabajando arduamente para esclarecer el caso que ha puesto en vilo a toda la región y mantiene expectantes a miles de ciudadanos que exigen justicia y reparación hacia los familiares.
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