Efecto Don Bosco: el mercado revolucionó el comercio de Funes y no descartan ampliación

A un año de su apertura, el Mercado Don Bosco transformó sin lugar a dudas el panorama comercial de Funes, especialmente en el barrio donde se encuentra ubicado. Lo que comenzó como un proyecto visionario y ambicioso hoy se erige como un motor económico y social que potenció la actividad comercial en la zona, generando un notable efecto derrame en los alrededores.

Desde su inauguración, el Mercado Don Bosco logró atraer a más de 3.000 personas cada fin de semana, convirtiéndose en un punto de encuentro para vecinos y visitantes. Esta afluencia de público no solo benefició a los comercios dentro del mercado, sino que también incentivó la apertura de nuevos locales en las calles aledañas. Según comentarios de comerciantes y vecinos, la zona experimentó un gran incremento en la actividad comercial, con la apertura de entre cinco y seis nuevos locales en el último año.

“Los sectores más beneficiados por este crecimiento fueron el gastronómico y el de entretenimiento, con la inauguración de cervecerías, heladerías y locales de comida que buscan capitalizar la gran cantidad de personas que visitan el mercado”, aseguró Fernanda Grossi, administradora del complejo, en contacto con InfoFunes. “Estos nuevos negocios encontraron en el Mercado Don Bosco un aliado estratégico que generó una sinergia comercial, atrayendo a un público ávido de propuestas novedosas y de calidad”, sumó.

La incorporación de marcas de renombre, elevó el prestigio del mercado, atrayendo a otras firmas interesadas en formar parte de este centro comercial que ya se consolidó como un punto de referencia en Funes. Además, la respuesta del público fue tan positiva que hasta los bancos más importantes de la región, como Banco Macro y Banco Santa Fe, se sumaron a los festejos de aniversario, ofreciendo promociones y regalos para los clientes.

“El impacto del Mercado Don Bosco no solo se limita al ámbito comercial. Su presencia ha revitalizó la vida social, convirtiéndose en un espacio donde jóvenes y familias se reúnen para disfrutar de actividades al aire libre, ferias, shows en vivo y una variada oferta gastronómica. La agenda de eventos del mercado es otro de los grandes atractivos, con actividades programadas para todos los gustos y edades, lo que ha generado un flujo constante de visitantes”, aseguró Grossi.

Un ejemplo de este efecto derrame es la transformación de la Avenida Irigoyen y la calle Fuerza Aérea, donde varios locales abrieron sus puertas, impulsados por la creciente afluencia de público que visita el mercado. Los vecinos, que en un principio se mostraban reticentes al proyecto, comenzaron a capitalizar el movimiento, con algunos incluso organizando pequeñas ferias en sus propios garages durante los días de mayor afluencia.

Este efecto multiplicador generó un ambiente de colaboración entre comerciantes y vecinos, quienes ven en el Mercado Don Bosco una oportunidad para potenciar sus negocios y mejorar la calidad de vida en la zona.

Consultada por el futuro del mercado, afirmó que luce prometedor, aunque no hay planes inmediatos de expansión, la posibilidad de añadir un anexo o ampliar el galpón existente no está descartada, dado el éxito rotundo y la creciente demanda de espacio para eventos y nuevos comercios.

“Con este primer año de vida, el Mercado Don Bosco se consolidó como un ejemplo inspirador de cómo un proyecto bien ejecutado puede generar un impacto positivo en su entorno”, concluyó.

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