Desgarrador: un enorme perro mató a la mascota de compañía de un nene a días de las fiestas en Funes

En la previa a las fiestas, el perro de un vecino atacó y mató a la mascota de compañía de un niño en el barrio Brisas de Funes. La familia asegura que el animal ya había sido denunciado y habla de negligencia en un hecho que, sostienen, se podía evitar.

Todo sucedió el 23 de diciembre, a tan solo dos días de la Navidad. Según relataron los dueños del can fallecido, el perro logró escapar del domicilio vecino tras forzar un cerco en mal estado y atacó a la mascota del niño, sin que los adultos pudieran evitar el desenlace.

Tras el episodio, los vecinos del barrio manifestaron su conmoción y señalaron que la situación no era nueva. Según relataron, el perro ya había protagonizado episodios de agresividad y la familia afectada había realizado reclamos previos por las condiciones del cerco de la vivienda, que presentaba roturas y arreglos precarios. Ese tendido inestable, aseguran, facilitó que el animal pudiera salir del domicilio y generaba preocupación en la cuadra desde hacía tiempo.

Más allá del hecho puntual, la familia remarcó el impacto emocional que tuvo la pérdida para su hijo, ya que se trataba de su perro de compañía y un apoyo cotidiano en su vida diaria. Según consta en la denuncia, el nene ya realizaba un seguimiento con distintos profesionales de la salud y la mascota formaba parte de ese proceso. “Era su amigo, su sostén”, expresaron.

Con el paso de los días, los adultos advirtieron cambios en el comportamiento del niño. De acuerdo a lo denunciado, presentó episodios de angustia, llanto recurrente, dificultades para dormir y hasta picos de fiebre, con impacto directo en su rutina diaria y en el proceso personal que ya venía transitando.

Tras el ataque, el perro agresor fue dormido debido a la gravedad de las lesiones provocadas, que según consta en la denuncia resultaron incompatibles con su recuperación. En ese contexto, la familia del niño también cuestionó la actitud de los dueños del animal, a quienes describieron como fríos y distantes frente a lo ocurrido. Además, aseguran que no hubo gestos de acompañamiento ni responsabilidad asumida, lo que profundizó aún más la sensación de impotencia y desamparo tras una muerte que, insisten, se podría haber evitado.

El caso volvió a poner en foco los reclamos por perros sueltos, cercos precarios y falta de controles en barrios abiertos de la ciudad, una preocupación que vecinos de distintas zonas de Funes vienen planteando desde hace tiempo.

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