Jueves, 25 de Abril 2024
Lunes, 04 de Noviembre del 2019

Desde queso a preservativos: los productos más robados en los súper de Funes

La modalidad ocurre de manera cada vez más frecuente en los diferentes puntos de venta que hay en la ciudad.

por Vanesa Fresno

Un informe realizado en Rosario, devela que en la mayoría de los supermercados, el ranking de los productos más robados lo lidera el atún. Lo siguen el fernet, los desodorantes, la pasta de dientes y en quinto lugar los shampoos. 


Info Funes hizo lo propio en la ciudad, luego de un 2019 que tuvo gran cantidad de noticias en donde se difundían diferentes episodios y pudo saber que, si bien los más relevantes se dieron a conocer, ocurren de manera “cada vez más frecuente”.


Las condiciones económicas, además de impactar negativamente en las ventas, hicieron que este fenómeno tuviera una importante alza y que “al menos una vez cada quince días o un mes” descubran a hombres y mujeres intentando irse del comercio con mercadería robada.


Los elementos de perfumería y cuidado personal son los favoritos de los robos externos, es decir, de la gente que se hace pasar por clientes para llevarse productos escondidos sin pagarlos, en los supermercados consultados de Funes. Principalmente los elegidos son artículos de alto valor frente al resto de productos, sin importar su tamaño. 


En la lista, a los productos de perfumería le siguen las bebidas alcohólicas, los embutidos y finalmente las conservas. Pero tampoco se quedan afuera productos como: los preservativos, los calditos de verdura, gallina o carne, el queso rallado o las pilas.


Desde la cámara de supermercadistas, aseguran que los productos más sustraídos “no son de primera necesidad”, lo que confirma que la principal motivación del hurto es la reventa. “Bandas organizadas de robo en supermercados se siguen consolidando y se enfocan particularmente en los artículos menos protegidos y que tienen mejor margen de reventa en el mercado negro”.


Sergio López, presidente de la Cámara de Supermercados de Rosario (Casar) indicó que "en un 80 por ciento se trata de gente preparada y bien hablada que se dedica al robo de forma organizada, con vehículos e inteligencia sobre los lugares, y que se lleva mercadería cara" y que “sólo el 20 por ciento restante puede considerarse un hurto por necesidad, que son quienes se llevan alimentos como yogur o manteca”.


Esta versión es confirmada por los supermercados locales consultados, quienes aseguran que la mayoría de los robos son producidos por personas de Rosario o alrededores que vienen en grupo y de manera frecuente a Funes a realizar estos delitos.


Desde el súper VEA, su gerente aseguró que debieron incorporar en los últimos tiempos alarmas en los productos más críticos. “En cremas corporales y faciales, tinturas, shampoos, cremas de enjuague, todo lo que es filos (máquinas de afeitar), bebidas como fernet, vino, champagne”, señaló.


Y recordó el episodio de una mujer que mientras una cómplice le “hacía carpa” se guardó entre sus ropas siete botellas de fernet. Mecheras que luego de ser detenidas, desde la Seccional 23 aseguraron que eran “mecheras de profesión” con muchos antecedentes, incluso condenadas.


Por su parte, el Gerente Comercial del Supermercado Arco Iris, señaló haber notado un incremento importante en la visita de mecheras en el supermercado. “Los productos a los cuales les apuntan en este tipo de robo son el atún, el Fernet, el vodka, máquinas de afeitar, whiskies, jabones de tocador”, dijo.


Y destacó a las latas de atún como uno de los productos que luego de haber sufrido tantos aumentos, y tener un tamaño ideal para ser escondido, debió ser protegido con alarmas. 


En el Arco Iris, uno de los intentos de robos más destacados fue el de un grupo de cinco personas que ocultaban dentro de sus ropas mercadería de diverso tipo, desde alimentos hasta artículos de bazar y electrodomésticos y fueron detenidos cuando creían salir impunes del lugar.


Otros artículos que están permanentemente en la mira de los ladrones y les resulta más sencillo esconder, como los preservativos, los caldos o los tampones, son considerados "críticos" o "de alto riesgo" y se opta en líneas generales por tenerlos cerca de la línea de cajas o directamente contenidos en vitrinas.


Si bien nada evita que se produzcan los robos, la idea siempre es disuadir, por eso en los establecimientos optaron por medidas muy similares como incrementar la presencia de cámaras de seguridad en los puntos más críticos, contar con personal de seguridad en toda la franja horaria del local y cambiar el sistema de alarmas y detectores.


En el supermercado Día, también en el transcurso del año, tuvo lugar un hecho que llamó mucho la atención por la cantidad de mercadería con la que intentaron escapar dos mecheras, se trató de un intento de robo de 17 botellas de shampoos y cremas de enjuague y 12 latas de atún. Hecho que, como la gran mayoría, al ser truncados, terminan siendo caratulados como “tentativa de hurto” y a las pocas horas, los delincuentes, siguen con su rutina.


Allí, aseguran que la mercadería que más intentan robarse son -luego de los productos de perfumería- los quesos en todas sus presentaciones. “Cada 15 días vienen a hacer oleadas de robos, siempre que roban acá, nos enteramos que por algún otro lugar también pasaron”.


Y comentan, “cuando uno detecta algún hecho, alerta al resto del personal y no dejamos de mirarlos en ningún momento. Ha pasado que dejan bolsas con más de 15 productos de perfumería que no se pudieron llevar por estar tan observadas”. “Lo que más se intentan llevar son shampoo y cremas de enjuague marca Dove, Pantene, Sedal”.


A diferencia de otros años, coinciden los nuevos productos que se han ido sumando a la lista de riesgo de ser robados, son los sobres con fiambres al vacío, principalmente jamón crudo y jamón cocido, cuyos precios pueden alcanzar los 200 pesos, pero tampoco son una excepción los cortes de carne presentados al vacío como ofrecen en la cadena Vea.  


Consultados sobre si creían que la mayoría de los robos que se dan en Funes son organizados y ejecutados por personas que se dedican sistemáticamente a esto o son oportunistas o bien lo hacen por necesidad, todos coincidieron en que la mayoría de las veces son personas que se dedican a eso, aunque también tienen de manera frecuente los casos de “aquellos clientes que se comen un chocolate o se toman un jugo o una gaseosa en el establecimiento y luego intentan no pagarlo”.

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