Son familia, aman la cocina y se animaron a abrir su propio restaurante

Julio y Andrea son pareja, padre y madre de una nena de 9 años. Él historiador, ella abogada. En un volantazo en sus vidas decidieron animarse y hacerle frente a un sueño, abrir su propio restaurante, atendido por ellos mismos.

Esta noche inaugura La Bardonecchia, una pequeña y acogedora trattorria, en una casa bastante antigua ubicada en pleno centro funense, en calle Irigoyen entre Santa Fe y Sarmiento. La nueva propuesta, bien íntima y acogedora, ofrece buenos platos de carnes y pastas; viernes y sábados por la noche preferentemente con reserva previa. Todo casero, hecho por Julio, que cuidadosamente se ocupó de conseguir los mejores proveedores para cada rubro.

La Bardonecchia tiene hasta un vino propio, de una bodega boutique mendocina que les hizo su propia etiqueta. La vajilla, los muebles –hechos por el propio anfitrión, que también es carpintero-, el horno de barro, detalles que prometen que este nuevo rincón gastronómico se imponga como el bodegón  que faltaba.

El emprendimiento familiar es la concreción de un sueño y una apuesta de varios meses de trabajo intenso. “Mi marido en la cocina, yo en la caja, la idea es disfrutarlo, bien familiar, que cada uno en su puesto lo disfrute”, contó Andrea y Julio agregó: “pasamos todos los fines de semana cocinando para amigos, en una casa o en otra, ahora haremos lo mismo acá, para todos”.

“La idea es ofrecer buenos productos, caseros y de calidad, sin matar a la gente, y que la gente se sienta cómoda”, explica ella. En un rincón del salón hay un banco de carpintero donde Julio piensa amasar las pastas mientras la gente disfruta de la picada previa. Que todos disfruten, ellos y los comensales: “Disfrutar de la comida, un buen vino, y dulces regionales”, eso será La Bardonecchia.

Para reservas, se pueden contactar por Facebook o Instagram con el nombre del restaurante, o bien al Celular 155-804087.