Los golpearon y amenazaron con facas por ganar un partido

Los juveniles de cuarta división del fútbol del club San Telmo, puntero en la tabla de la divisional C de la liga rosarina, vivieron un desagradable momento este fin de semana cuando fueron a jugar a la cancha de Sparta, su escolta, en la esquina de Sorrento y Donizetti de Rosario.

Es que los locales no fueron para nada hospitalarios y golpearon y amenazaron a los funenses durante el partido, pero la peor parte fue al final del juego, cuando ajenos ingresaron al campo de juego con armas blancas y amenazaron a los chicos de San Telmo.

"Era un partido picado, pero normal. Empezamos perdiendo 1 a 0 pero lo dimos vuelta. Ellos iban segundos por un punto, atrás nuestro", contaron algunos jugadores del Telmo. "Ya cuando lo dimos vuelta, desde el banco de ellos su técnico empezó a pedir que nos peguen, que nos golpeen. A nuestro delantero le pegaron todo el partido, nuestro marcador de punta tuvo fractura de tibia y peroné, tuvo que salir en ambulancia".

Así terminó el partido. Y vino lo peor. "Terminó, ganamos y quisimos saludar a los rivales. Algunos nos saludaron bien, otros no quisieron. Preferimos esperar que se vayan primero ellos para que se calme la situación y salir tranquilos, pero el arquero empezó a los gritos contra nuestro delantero, le quiso pegar. A partir de allí empezó a caer gente de afuera, como cuarenta personas, y empezaron a amenazar y pegar, el primero que saltó fue el técnico de ellos. Bloquearon la salida, le pegaban al que quería salir de la cancha. A algunos jugadores nuestros los golpearon incluso en el suelo, nos amenazaron con una faca, nos tiraban piedras desde la vía de al lado", relató un jugador funense. "Fue un quilombo espantoso, creí que nos mataban a todos", apuntó otro.

"Nosotros queremos jugar, no que dejen de venir los chicos a San Telmo por lo que sucede a veces", revelaron algunos jugadores. "Pasa en estas categorías, ni en Infantiles sucede ni en Primera, donde sin patrullero no hay partido. Cada vez que vamos a jugar nuestras familias se quedan con el corazón en la boca", cerraron.