Se reencontró con su hermano funense gracias a Facebook

Por las redes sociales pasan muchas cosas, y algunas pasan finito entre lo virtual y lo real. Un simple, breve y dulce pedido de solidaridad, que comenzaba con un “gracias” por el espacio, encontró una respuesta inmediata, y llegó a los oídos (y ojos) justos y en muy poco tiempo.

Miriam se reencontró con su hermano funense gracias a un posteo que hizo en la página de Facebook Funes, mi ciudad. A las 22.35 del jueves, una mujer agradecía al administrador la posibilidad del espacio para dirigir un mensaje. En el posteo que Miriam escribió en el grupo de la red social se hablaba de una conmovedora historia: 24 horas antes un señor oriundo de Funes se había acercado a la ciudad de San Nicolás, a la casa de los tíos maternos de Miriam, en búsqueda de su padre del que no tenía noticias desde su cumpleaños número 16.

Carlos se enteró en ese momento que su padre había fallecido, pero también supo que su padre tuvo otra hija llamada Miriam, de la que no sabía que existía. Sin embargo, no pudo contactarse con ella ya que, según relató Miriam en su posteo: “Mis tíos son muy mayores, no le dieron mi número, y no se dieron cuenta de pedirle el suyo”.

Un día después Miriam Domínguez contó esta breve historia en el grupo Funes, Mi Ciudad. Inmediatamente el posteo se llenó de comentarios que la alentaban en su búsqueda, ofreciendo ayuda para compartir la publicación. Ella sólo sabía el nombre de su hermano, que era el mayor de tres hermanos varones, y que vivía en Funes. A cada comentario que se hacía Miriam respondía agradecida, por momentos parecía la mejor ficción de un “prime time” y la respuesta e interacción dejaba en claro una vez más que Funes es solidario.

En cuestión de horas un nuevo posteo conmovía a los más de diez mil integrantes del grupo cerrado de la red social. Un nuevo mensaje en el grupo anunciaba el encuentro feliz, y nuevamente los comentarios de la gente que la felicitaban y se emocionaban a la par. Miriam pudo contactarse con su hermano a través de la hija de este, quien le escribió a medianoche, una hora y media después de esa primera publicación. Algunos clicks son mágicos.