La trama secreta del pase de Tomei al PRO

La foto que ilustra esta nota es todo un anticipo, reveladora. Luego de que la candidata oficialista Ana Martelli perdiera las elecciones legislativas del 2013 a manos del peronista Roly Santacroce, la intendenta Mónica Tomei pasó por el bunker del PRO, ubicada en Yrigoyen casi Santa Fe, para felicitar a Diego León Barreto, quien completó por entonces el trío de nuevos concejales. La imagen tiene mucha vigencia, ahora que la titular del Ejecutivo ajusta los detalles para pasarse a las filas del macrismo. De tinte sorpresivo e inesperado, la pediatra le dice chau al Frente Progresista.

La movida repercute obviamente en Funes, pero es gestada desde el liderazgo más alto del macrismo. Tal es así que la ingeniería del acuerdo pasó literalmente por encima de los dirigentes del PRO Funes. Consiste en arrebatar reconocidos dirigentes de otros partidos, quienes se sienten heridos por una supuesta indefensión de sus referentes provinciales. Para entender la jugada de manera más clara hay que remitirse al caso Marcos Juárez, precisamente al 7 de septiembre del 2014, fecha en la cual la localidad cordobesa fue tapa de diarios nacionales, particularmente Clarín y La Nación, tras el triunfo de una alianza entre el PRO y la UCR en las elecciones municipales. La victoria se exageró de manera desproporcionada teniendo en cuenta el ínfimo aporte de la ciudad mediterránea al padrón a nivel país. Pero el resultado traspasó, en repercusión, los límites de la vecina provincia.

El armado, además, sigue la línea del acuerdo que, a nivel nacional, el jefe de gobierno porteño Mauricio Macri busca entablar con el senador radical, Ernesto Sanz. Quien mueve las fichas es el ministro de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y coordinador partidario Emilio Monzó. Funcionario porteño, cercano a Macri, tiende lazos sin miramientos. En Santa Fe el primero fue el concejal radical Jorge Boasso, quien a pesar de su condición nunca se mostró frentista. Por ese motivo, lo fueron a buscar. Jorge Rosario lo pensó y aceptó la propuesta de compartir fórmula con el cómico Miguel Del Sel. Pero no se quedó ahí, ya que procuró llevar para las filas de los amarillos a los radicales del sur de la provincia que no se sienten “contenidos” dentro del Frente Progresista.

Boasso se reunió con Tomei y le hizo la propuesta. La intendenta, enfadada por lo que considera “falta de mimo” del gobierno provincial, le encomendó a sus colaboradores que avancen en el pase y en la segunda quincena de enero empezó a reunirse con dirigentes locales del PRO. Pero no contaba con el escollo que sufrió el 26 de enero, cuando el diario Rosario/12 hizo pública su jugada, incluso con el reconocimiento del diputado provincial macrista Federico Angelini, quien reveló que “Tomei se acercó a nosotros”. La jefa comunal desmintió rápidamente la información y dijo que no conocía al legislador.

Pero el artículo periodístico provocó un revuelo en el Frente Progresista, sobre todo en el radicalismo. En un par de días aterrizaron por separado en Funes el precandidato a gobernador del FP Mario Barletta y el diputado Maximiliano Pullaro, para contenerla dentro de la alianza. Tomei se reunió con el primero el miércoles 28 de enero en el edificio municipal en horas de la tarde, lo escuchó pero no le dio una definición. Sin embargo, un día después se vio las caras con Angelini, a quien dijo tres días antes que desconocía, en el bar Vip de Rosario. Su pase al PRO estaba en marcha “y muy avanzado”.

Tras el cimbronazo, todas las partes se llamaron a silencio. Tanto como para que un funcionario local le confiara a mediados de la semana pasada a este medio que las definiciones llegarían entre “miércoles y jueves” de la semana que viene (por ésta). Sin embargo, el carácter personalista e indescifrable de Tomei regresó a escena. Ese mismo día, en una entrevista que dio a Radio 2, confirmó que abandonaba el Frente Progresista. “Me sentí muy sola, muy abandonada por el gobierno provincial, lo que hacemos por la inseguridad nos lleva 1,5 millones de pesos mensuales y los ponemos todos los funenses. Recibimos muy poca ayuda””, justificó la jefa comunal, para luego ampliar: “Si me hubieran dado un poquito más de mimo y escuchado un poquito más, si se hubieran comprometido más con la ciudad, me hubiera quedado en el Frente. Pero cuando uno se siente tan solo, quiere buscar lo mejor para la ciudad”.

Si bien todavía no se anunció oficialmente, todo conduce a que Tomei sea candidata del PRO. El viernes pasado, la intendente concurrió junto a parte de su gabinete a la conferencia de prensa donde Mauricio Macri presentó la fórmula Del Sel-Boasso, y hasta se sacó una foto con el ex presidente de Boca y el Midachi, que se hará pública en horas. La jugada es de sumo riesgo. Las redes sociales, particularmente Facebook, recibieron la bomba política de manera negativa. A ella no le preocupa allanarle el camino al concejal Eduardo Casim y al vecinalista Ricardo Ravaglia en la interna del FP. A gusto ideológicamente en el PRO, confía en lo que le prometieron: que Macri y Del Sel visitarán Funes en campaña más de una vez.  Tarjeta amarilla para Tomei.