Martes, 24 de Septiembre 2024
Viernes, 07 de Noviembre del 2014

Céntrico video club dice adiós tras 13 años

<p>Se trata de Screen, que bajará las persianas el último día del año. “Ya no cubrimos los costos”, explica su titular, Rubén Lapple</p>

Foto: Vanesa Fresno-InfoFunes

“Es un rubro que los costos no los cubre ya. El año pasado ya lo quería cerrar y esperé un año más porque uno siempre tiene esa expectativa de que cambie algo pero esto está dado por internet, por Netflix (empresa que provee series y películas vía internet mediante un pago mensual), por los canales de cable que ofrecen películas en HD (alta definición) y un montón de propuestas que le dan una comodidad a la gente para no moverse de su casa. Está el fanático del video –que son poquitos- que por ahí vienen a buscar algo porque les gusta buscar, pero la poca gente que puede venir no alcanza”, dice Rubén Lapple, titular de Screen Video Club, que se apresta a bajar las persianas el último día del año.

El modelo de negocios cambió y ya no hay vueltas que darle, es la idea que transmite Lapple, que durante los 20 años que se pasó alquilando películas pudo ingeniárselas para salir airoso de los vaivenes de un negocio fluctuante. “Esto es algo que se veía venir, en Estados Unidos ya pasó hace rato con el cierre de la cadena Blockbuster, acá tardó más en llegar porque ellos están más adelantado pero la tecnología en algún momento iba a llegar acá. Allá hasta es casi imposible conseguir un disco de música, todo se maneja por internet”, explica.

Lapple llegó de rebote al rubro de los videos cuando el menemismo barrió con las empresas estatales, entre ellas Agua y Energía, en donde se desempeñaba como técnico en ingeniería. Quiso abrir una ferretería pero los costos eran infernales así que terminó poniendo un videoclub, que por entonces era un negocio rentable. Corría el año 1994 y con la plata de la indemnización abrió un video en el barrio de Arroyito, en Rosario.

Cuando la cosa parecía ponerse difícil, con la llegada de los grandes cines como el Village, con su mejor calidad visual y el sonido envolvente, perdió ventas y pensó que no lo iba a poder superar. Pero enseguida apareció el DVD y la gente continuó alquilando. “Fuimos uno de los tres primeros videos de Rosario que trajimos películas en DVD, hicimos los contactos con gente de Miami y empezamos a importarlos”, recuerda.

Con esa experiencia llegó a Funes, en el año 2001, cuando ningún otro video disponía de títulos en DVD. Muchos recordarán aquella estrategia de alquilar dos películas acompañadas de un reproductor de DVD. “Fue una cosa acertada, trabajábamos a cuatro manos, todos los días, invierno y verano. Después la gente empezó a comprarse sus propios reproductores, el que veía un DVD no volvía más al casete”, cuenta.

Ahora mientras liquida los títulos que le quedan a 20 pesos ya comienza a volver a su vieja profesión con la instalación y reparación de artefactos eléctricos. El videoclub queda en Santa Fe y Pellegrini y Rubén Lapple estará al frente hasta el último día del año. Con él se va una página que marca un sello de época: los videos tienen fecha de vencimiento.