Martes, 24 de Septiembre 2024
Viernes, 13 de Junio del 2014

Aventura mundialista para ocho funenses

Partieron rumbo a Brasil a vivir los partidos de Argentina en el Mundial. Para ellos, ir a la máxima cita futbolera cada 4 años ya es una tradición.

Belén Torresi- InfoFunes
Como cada cuatros años, cada vez que llega un nuevo mundial de fútbol, aparece la fiebre mundialista, se ven banderas argentinas por todos lados, los negocios llenan sus vidrieras de cosas celestes y blancas, la gente se pone más boba, trabaja menos para mirar los partidos y muchos compran el televisor más grande que puedan para mirar el fútbol de la mejor forma.

Claro que algunos siempre tienen un poquito más de suerte y pueden darse el gusto de vivir los partidos in situ, desde los mismos estadios en donde se juegan. Es el caso de un grupo de funenses que ir al mundial a seguir a la selección ya es una tradición.

Horacio Herrera, Roly Santacrocce, Jorge Bedouret, Oscar e Iván Carrera, el "Potro" Pericich, Omar Rodríguez y Emilio Maldonado son los ocho que decidieron salir -en dos autos- de expedición por tierras brasileras.

"Salimos un poco a la aventura, buscando alojamiento cuando llegamos, por supuesto nos llevamos la parrilla para hacer nuestros asados (todas las noches es obligación un asadito) un poco de camaradería, hablamos de fútbol, mucho al pedo. Hay diferencia sustanciales de colores, algunos respetan el no llevar cosas identificatorias de sus cuadros, el único que no la respeta soy yo, por supuesto, olvidate, no soy muy amante de ese tipo de reglas", explica Horacio Herrera algunas horas antes de partir.

Sin dudas se sentirán parte del plantel de la selección porque su periplo estará atado a la suerte de nuestro primer equipo. Es que adquirieron un "paquete" de entradas que les aseguran estar presentes en cada partido que dispute Argentina. Es decir que si la selección llega a la final los ocho funenses estarán allí, firmes sobre las gradas.

Si la selección se vuelve antes de la última jornada -a disputarse en el estadio Maracaná de Rio de Janeiro- el grupo hará lo propio. Eso les sucedió en Sudáfrica, durante el último mundial, cuando -en el aeropuerto- debieron aguantar estoicos las cargadas de los enfervorizados alemanes tras la goleada a su favor.