Buscan reducir el plazo de obra del aliviador III, que viene a buen ritmo
La tarea contempla un túnel de 5 metros de diámetro paralelo a Sorrento y 40 meses de plazo, que podrían acortarse a julio de 2015. La inversión será de aproximadamente 100 millones de pesos.
Con una inversión de unos 100 millones de pesos, la anunciada construcción del aliviador III tiene previsto acortar sus plazos de 40 meses de tareas a 32, con la pretensión de finalizar la megaobra hídrica en julio del año próximo. El sistema de protección contra inundaciones consta de una embocadura en la zona noroeste de la ciudad, un túnel de 5 metros de diámetro que correrá por Sorrento en unos 2.300 metros hasta conectarse nuevamente con una descarga al arroyo Ludueña.
Iniciado en noviembre de 2012, el enorme conducto subterráneo que facilitará el escurrimiento de las aguas que se desplazan a alta velocidad en épocas de intensas lluvias será crucial para los barrios Empalme Graneros y Nuevo Alberdi, amenazados por las inundaciones. Por ese enorme ducto bajo tierra se podrán descargar 65 metros cúbicos por segundo.
En la actualidad ya se instalaron 490 metros lineales de conductos de chapa galvanizada, además de unos 150 metros de galerías drenantes.
El proyecto aliviador III contempla la embocadura del Ludueña, un conducto principal y la descarga al arroyo.
Como su nombre lo indica, el escurrimiento de las aguas se dará en una parte continuando por el curso del Ludueña y en otra por el conducto aliviador.
En el ingreso de las aguas a la embocadura (que tendrá unos 30 metros de extensión) se pondrá en marcha un sistema de protección flexible con bloques de hormigón, al igual que la salida de la obra de descarga.
Finalizada la embocadura, la descarga pasará a un conducto circular (que correrá por Sorrento hacia el este en unos 2.300 metros, con un túnel de unos 5 metros de diámetro). Para dimensionar la magnitud de la obra, que permitirá un by pass al cauce natural del arroyo, se podrá absorber gran parte de las aguas que bajan con gran velocidad en tiempos de crecida e inundaciones.
Luego, la descarga del conducto al Ludueña se realizará a través de una estructura de hormigón armado, que comienza con un ancho de 5 metros (similar al diámetro del conducto) hasta llegar a los 10 metros de ancho por 4,70 de alto y 12 de longitud.
Lo que permitirá esta parte del aliviador III será amortiguar el escurrimiento en forma gradual, disminuyendo la velocidad y, por consiguiente, los efectos erosivos.
La cuenca del Ludueña involucra a nueve poblaciones del gran Rosario y varios sectores rurales pertenecientes a otros distritos, que en conjunto superan al millón de habitantes. Una red hídrica integrada por el arroyo y los canales Ibarlucea y Funes-Salvat.
El impacto sobre su cuenca baja lo sufren, fundamentalmente, los vecinos de Empalme Graneros (donde el arroyo está entubado pero resulta insuficiente) y Nuevo Alberdi, que padece los efectos de la inundación del canal Ibarlucea.
A eso hay que agregar la gran cantidad de lotes rurales que han sido impermeabilizados en la denominada área metropolitana de Rosario.
Objetivo. En octubre pasado, y a pedido del propio gobernador Antonio Bonfatti, la provincia buscó adelantar ocho meses la finalización de la primera etapa de la construcción.
Luego de meses de demoras e insistentes reclamos de los vecinos de la zona oeste de la ciudad, sobre todo del sector de Empalme Graneros, los trabajos a cargo de las empresas Obring y Edeca se pusieron en marcha en noviembre de 2012.
El plazo de los trabajos, que comenzaron con la construcción de un pozo de 12 metros, es de 40 meses y la fecha de finalización fue fijada para marzo de 2016. Sin embargo, el gobierno y la empresa trabajan para llegar a julio de 2015 con el trabajo concluido.
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