Apertura Concejo: Lo que no se vio
Antes, durante y después del discurso de apertura de sesiones que brindó la intendente Tomei, pasaron algunas cosas en el recinto. El ojo clínico de InfoFunes lo registró, y lo cuenta.
Hasta las manos. El Concejo quedó chico ante tanta asistencia.
La intendente Mónica Tomei llegó al Concejo apenas pasadas las 20:30. Quizás guiada por su corazón leproso, vistió una blusa roja y una campera negra, todo acompañado de un enorme collar blanco. Rapidamente se ubicó junto al presidente del Cuerpo, Adrián Sánchez y, tras entonar el Himno, comenzó a dar lectura a su discurso de apertura de sesiones. Antes y después, adentro y afuera, pasaban cosas…
Espacio reducido. El recinto estaba atestado de gente. Desde casi una hora antes funcionarios, militantes de diferentes partidos y agrupaciones, vecinalistas y vecinos se fueron acercando a presenciar el inicio formal de la actividad legislativa. Los medios buscaban su mejor ubicación para seguir el discurso. Hubo promesa previa de pupitres, pero brillaron por su ausencia. El espacio quedó chico, y muchos de los asistentes se quedaron afuera.
Peronismo. Finalizada la entonación del himno, los concejales Roly Santacroce (FPV) y Mauro Miguez (Unidad Popular, de origen justicialista) levantaron su mano y dibujaron con sus dedos la inconfundible V, todo un símbolo del partido del General.
Cantitos. El único concejal que tuvo porra propia durante la ceremonia fue Santacroce. "Se ve/se siente/Roly intendente", entonaron desafiantes sus seguidores cuando Tomei se disponía a comenzar su discurso. Sobre el final del acto, lo repitieron. Pero, en el último "se siente", sin saber el motivo, cortaron abruptamente el cántico, permitiendo que una seguidora de la intendente pudiera colar el remate "Moni intendente" y despertar las risas de los concurrentes.
Reacciones. El discurso de Tomei fue más medido que en otras ocasiones y, quizás por esa falta de pirotecnia, no hubo grandes reacciones de los manifestantes de la oposición. El único momento ríspido de su alocución se vivió cuando la mandataria reivindicó la obra de cloacas. "Cloacas sí/usura no", entonaron algunos manifestantes.
Novecientas. Antes de comenzar el acto inaugural, el presidente del Concejo Adrián Sánchez comentaba a colegas y periodistas que, justamente la primera del año, iba a ser la sesión número 900 del Concejo Municipal. Impensadamente, el dato de color desató un feroz debate en torno a la correcta denominación del número. Ganó "nonacentésima", no sin antes experimentar un par de pifias imperdonables para ciudadanos con secundario completo.
Mancha. Un lamparón oscuro llamaba la atención en la alfombra de la sala de sesiones, junto al pupitre que corresponde al edil Santacroce. Luego se supo que alguien volcó el agua de la copa dispuesta para el concejal peronista. Fuentes confiables que pidieron estricta reserva de su identidad apuntaron que el culpable fue un estrecho colaborador del concejal más joven del Legislativo. Y aclararon que fue sin querer, de torpe nomás.
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