Martes, 24 de Septiembre 2024
Lunes, 10 de Marzo del 2014

“Hoy una mujer puede anotarse en una carrera militar”

Susana Romero es psicóloga y, desde 2010, integra la Oficina de Género del Liceo Aeronáutico Militar de Funes, lugar desde donde pugna por "generar un ambiente de trabajo que sea eficaz y óptimo en las relaciones entre varones y mujeres".

Foto: Vanesa Fresno (InfoFunes)
Si nos pusiéramos a pensar en algún ambiente socialmente complejo para el desempeño de las mujeres seguramente las Fuerzas Armadas entrarían en el podio. Por ese mismo motivo parece titánica la tarea de la Oficina de Género del Liceo Aeronáutico Militar de nuestra ciudad.
 
Susana Moreno ingresó al Liceo en el año 1999 como personal civil de la fuerza. Por aquel entonces era una estudiante avanzada de psicología. En poco tiempo se recibió, pero tuvo que esperar once años hasta poder comenzar a desempeñarse en el ámbito de su profesión, cuando en 2010 fue designada para integrar la Oficina de Género, lugar desde donde pugna por "generar un ambiente de trabajo que sea eficaz y óptimo en las relaciones entre varones y mujeres".
 
"Los patrones estereotipados que tiene nuestra sociedad no son solamente de los internos de un ámbito puramente varonil como el castrense -aclara la psicóloga-, sino también los patrones culturales externos: los mandatos familiares, los mandatos sociales, qué se esperaba de una mujer, porque algunas de ellas nos cuentan que también el cuestionamiento venía de parte de sus familias y de parte del entorno".
 
Paradójicamente, durante la que quizás fue la etapa histórica más represiva de nuestro país el ejército comenzó a abrir sus portalones hacia las mujeres. Corría 1980, Roberto Eduardo Viola era el presidente de facto y mientras en las calles sucedía el terrorismo de Estado, la institución aceptaba que las mujeres también puedan ser militares. Por aquel entonces sólo podían ingresar bajo la especialización en Enfermería. "Hoy una mujer puede anotarse en una carrera militar y hacer la misma carrera que un varón", resalta Moreno.
 
Aquellas fueron las pioneras, quienes rompieron el hielo. Hoy hay un 17 % de mujeres en la Fuerza Aérea Argentina (de donde depende el Liceo) y para Moreno esa inclusión trajo sólo buenas noticias. "Nuestra sociedad humana está constituida por varones y mujeres entonces la convivencia en el ámbito laboral de varones y mujeres siempre genera enriquecimiento. Y también surgen dificultades, pero son las dificultades que nos hacen crecer y cada uno de nosotros brinda aportes", explica.
 
Aquellas mujeres que ingresaron como enfermeras en 1980 pronto tuvieron su bautismo de fuego: atender -en pleno suelo malvinense- a los soldados heridos y derrotados. Moreno rescata esa experiencia para valorar el rol de las mujeres en general: "Estas enfermeras veteranas contaban cuando a los soldados los traían lastimados, con fracturas expuestas, pie de trinchera, las veían a ellas y encontraban en ellas a la madre, a la hermana…. Esa forma cultural con la que devenimos las mujeres es un aporte, distinto al que brinda el varón, no es más ni es menos, es una sumatoria".
 
"La palabra género implica un lugar científico de estudio e investigación, corre telones y nos hace ver que hay cosas que no pueden ser, que hay que cambiarlas, se vuelven cuestiones de inequidad social y la palabra género nos deja descubrirlas. Uno se pregunta muchas, por ejemplo, ¿por qué las veteranas de Malvinas son reconocidas 30 años después que los veteranos varones, si el desgarro lo han vivido del mismo modo? Si hay una mujer que anhela ser militar, o ser aviadora, o ser ingeniera aeronáutica, ¿por qué no lo va a poder ser? ¿Por qué va a perder ese derecho de recibir un estudio o ejercer una profesión por una cuestión de género? Hacer una división profesional o laboral por género es muy duro.", ahonda.
 
Desde las oficinas de Género (hay tres, la de Funes, la de Capital y la de Córdoba) se van recepcionando casos y se actúa para modificar situaciones que atentan contra la igualdad de género. Así, por intervención de las oficinas se derogaron resoluciones como la que obligaba a un militar a pedir la venia de un oficial superior para poder contraer matrimonio, o como aquella que impedía que se casen militares de distinto rango, o la que obligaba a que las juntas de calificación para los ascensos estuvieran integradas solo por varones.
 
"Nuestra tarea es promover en todo lo que podamos para propiciar una alianza estratégica entre varones y mujeres, no es puntualmente hacia la mujer, somos aliados, tanto en la vida como en los ámbitos específicos, laborales o familiares. Nosotros trabajamos mucho con lo que es difusión, las estadísticas nos van revelando que en la medida en que trabajamos en la difusión vamos generando prevención, es ir tomando conciencia", dice la integrante de la Oficina de Género local.
 
-¿Cuánto falta en nuestra sociedad para llegar a una real igualdad de género? -quisimos saber.
 
"Hay que trabajar sobre muchas áreas, además nosotros no nos damos cuenta, sin querer nos estamos pensando como zonas grandes, urbanas, pero hay que ver qué pasa en las zonas rurales, qué patrones son los que están incorporados, qué accesos tienen las mujeres, qué educación reciben esas mujeres, yo creo que hay muchísimo por hacer. Creo que estamos en los principios, que vamos trabajando bien. De todos modos no estamos tan mal como país", termina.