Levantaron un paro de transporte que sorprendió a miles de usuarios
El servicio de Monticas y Las Rosas ya se había resentido anteanoche y ayer la huelga fue total. Anoche se acordó el cese de la medida tras conocerse que se depositaron los salarios adeudados.
Los servicios de las empresas Monticas, Las Rosas y otras firmas coordinadas volvieron a funcionar normalmente desde la cero hora de hoy tras una extensa jornada de negociaciones entre la Cámara Empresaria y la Unión Tranviarios Automotor (UTA). El personal de estas empresas habían iniciado en horas de la mañana de ayer un quite de crédito laboral ante la falta de pago en término de salarios.
Los servicios al volver a resentirse en forma total, tal como había ocurrido la semana pasada, dejaron ayer a miles de pasajeros desprevenidos sin posibilidad de trasladarse ante la sorpresiva medida.
La suspensión de los servicios de Monticas y Las Rosas afectó a muchísimos usuarios no sólo de la zonas cercanas a Rosario sino también de gran parte del suroeste santafesino, Esto se debió a que en vez de implementarse el anunciado paro a partir de la cero de hoy, las unidades redujeron las frecuencias desde anteanoche hasta cesar por completo ayer desde alrededor de las 10, por lo que algunos usuarios que trabajan, estudian y realizan trámites en Rosario alcanzaron a llegar pero el regreso, desde ya, resultó más dificultoso.
Depósito. Aunque circulaban versiones referidas a que la medida de fuerza se extendería por 72 horas, en realidad era por tiempo indeterminado y ésta terminó anoche, tal como lo había señalado la conducción de UTA, apenas se concretó la promesa de pago de los salarios adeudados. Sin embargo, empresarios y trabajadores siguieron discutiendo —ya alejada la posibilidad de extender el paro— otras cuestiones entre las que se destacó la suba de sueldos, según se dijo a este diario.
Si bien el gremio Unión Tranviarios Automotor (UTA) no lo expresó oficialmente, ya se sabe que a los reclamos por mejoras en las unidades del transporte efectuados días atrás se suma uno más importante como lo es la recomposición salarial —que se seguirá negociando—, y el pago a término de lo adeudado, que fue el verdadero detonante de la huelga de ayer. En materia de aumentos, los choferes solicitaron un 25 por ciento, mientras que las empresas ofrecieron un 17 por ciento.
Cómo se desarrolló el paro. Ayer, fuentes de la Secretaría de Transporte de la provincia afirmaron que, como sucedió en otras ocasiones, ante un resentimiento en el servicio se había intimado a las empresas a regularizar la situación. Pero al informarse que se trata de un problema gremial, las actuaciones fueron derivadas al Ministerio de Trabajo de la provincia.
El lunes, la cartera laboral llamó a una audiencia de conciliación a la que asistieron las empresas y la Secretaría de Transporte como órgano contralor, pero la UTA no participó, tal cual lo informaron las otras partes.
Así las cosas, a última hora del lunes fuentes sindicales dijeron a este diario que esperarían hasta la mañana de ayer para ver si tenían depositados los sueldos, y que si esto no ocurría, a partir de la cero de hoy comenzarían un nuevo paro. Pero todo se adelantó.
Plaza Sarmiento. La tarde de ayer, el panorama en la plaza Sarmiento, donde funciona la miniterminal de transporte interurbano, era desolador. La ventanilla de Monticas permanecía cerrada desde las 10 con un cartel que rezaba: "Paro por tiempo indeterminado".
Marcelo (39) logró viajar temprano desde Carcarañá para hacer unas diligencias en la ciudad. Resignado, esperaba sentado ayer a la siesta frente a la ventanilla de expendio de pasajes. Pero no esperaba que se restableciera el servicio sino que se juntaran otros afectados de su ciudad para "armar equipo" y llenar con cuatro ocupantes un remís, que cobra unos 100 pesos hasta ese destino, o sea, unos 25 pesos por cabeza.
"Yo vine a las 7 pero en remís, por las dudas. No sabía que hubo servicio hasta las 10. Ahora ya reservé y me viene a buscar otro remís", comentó Mónica, una estudiante de 22 años también de Carcarañá. Ella explicó que ante los paros, las remiseras de las localidades afectadas se aprovechan y se organizan para armar combos y llenar los vehículos con los pasajeros que se quedaron sin el servicio público.
Los hermanos Marisel y Aníbal son de Roldán y trabajan en Rosario. Viajaron a primera hora de ayer, sin sospechar que se cortaría el transporte. "No sabemos qué vamos a hacer", dijeron. Un recorrido en remís hasta esa ciudad cuesta también 100 pesos.
A la inversa le sucedió a un peluquero rosarino que tiene clientela en localidades vecinas. "Tuve que llamar a una clienta que tengo en Roldán para avisarle que no voy a poder ir", se lamentó, y su interlocutor ocasional aprovechó para denunciar que "hace dos semanas que no funcionan los baños públicos en esta plaza".
Otros usuarios que tuvieron dificultades para trasladarse anteanoche desde Rosario destacaron la solidaridad de los choferes de las líneas urbanas, que los acercaban hasta los límites de la ciudad para abaratar los costos de remís.
Una tarde sin comunicación. Fuentes de la empresa habían dicho que a las 17 gremialistas y representantes de la Cetram mantendrían una reunión en la sede de la cámara empresaria. Sin embargo, nadie atendió en esa entidad, ni a los llamados telefónicos ni al periodista que se llegó hasta el lugar.
Al anochecer, un vocero del sector empresario que pidió absoluto anonimato confió que las negociaciones seguían pero que no se extendería la medida de fuerza. No obstante, nadie oficialmente decía nada. Recién, pasadas las 21, se informó del acuerdo.
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