Viernes, 29 de Marzo 2024
Jueves, 07 de Marzo del 2019

Juzgado de (no tan) pequeñas causas: se triplicaron los casos

<p>El Juzgado Comunitario de Funes recibe cada vez más volumen de trabajo y se mantiene con una estructura de localidades que no superan los 1500 habitantes.</p>

Vanesa Fresno - InfoFunes

 

Una disposición modificó a fines del año pasado la cuantía de las causas que deben recibir los Juzgados comunitarios de todo el territorio. En el de Funes, el cambio implicó que gran porcentaje de los expedientes que se resolvían en los tribunales rosarinos ahora se definan en la ciudad, y triplicó así el volumen de trabajo en una de sus principales tareas.
 

Ingresaron 870 causas en el 2018: Durante todo el año y hasta finalizar noviembre fueron 260, el resto (610) sólo en el mes de diciembre, a partir de la modificación del monto que define las “pequeñas causas” en la Ley orgánica del poder judicial.
 

“Pero eso es una sola de las cosas que hacemos. También hicimos 1700 notificaciones, 500 medidas judiciales, que van desde toma de posesión, constataciones, embargos hasta desalojos o intervenciones de caja, informes ambientales. Todas esas son las distintas “oficinas” que funcionan en el Juzgado, es una pluralidad de funciones muy grande”, explicó la jueza comunal María Adela Gottero.
 

Todas esas tareas son resueltas por la jueza y una secretaria, las dos únicas personas que conforman la estructura de trabajo del Juzgado de pequeñas causas ubicado en la planta alta del edificio de calle Moreno y General Paz. “Puede suceder que la gente vaya a las 11 de la mañana al juzgado y se encuentre con un cartel que te dice que estamos en la calle, pero es parte de la tarea y no hay a quien encomendarla”, explica y pide comprensión: “Más de una vez recibimos quejas, pero realmente hacemos lo mejor posible”.
 

Los juzgados comunitarios quedaron organizados, luego de la reforma de la Ley orgánica del poder judicial en el 2011, como un mini tribunal. “Se les dio una estructura con distintas competencias: una oficina de certificaciones, una de notificaciones, una de poderes, una de violencia familiar, una de causas (civiles, comerciales, ejecutivas, apremios, fiscales)”, explicó la jueza y agregó: “En 2011 se fijó la competencia cuantitativa de los juzgados de pequeñas causas, las que no requieren tanta complejidad y que tenían un monto en aquel momento de 4 mil pesos. Nunca se actualizó hasta que el 1 de diciembre del 2018 que se elevó a 10 mil, con el sentido de descomprimir los juzgados más grandes, que estaban recibiendo todas estas competencias”.
 

Es que todo aumenta, y los “precios” de la justicia también se actualizan. Esa actualización del monto descomprimió las abultadas tareas de los grandes tribunales pero repercutió de inmediato en las pequeñas estructuras de las ciudades más chicas. 870 fue el número de causas ingresadas durante el 2018, mientras que en el 2017 fueron 350. “Casi todas son apremios fiscales que entabla la Municipalidad por el cobro de tasas o patentes”, aclaró y remarcó que ese tipo de expedientes es sólo una de las tantas otras tareas o temas en los que tiene injerencia el Juzgado: “Todo eso funciona en un solo recinto con dos personas, yo como jueza y una secretaria”.
 

Para estimar: Funes tiene la misma estructura –un juez y un secretario- que otras localidades que no superan los mil quinientos habitantes; en Cayastacito por ejemplo, donde viven 200 personas, tienen un juez, tal como acá. Otras ciudades con similares características cuentan al menos con más secretarios u oficiales notificadores.
El propósito de la ley que creó estos juzgados fue acercar la justicia “a la gente que tenía menores recursos y una complicación de la distancias”. En esta promoción del acceso a la justicia “el objetivo es que el vecino encuentre procedimientos accesibles y cercanos para que pueda comparecer, defenderse, etc”, explica Gottero sobre la importancia de los pequeños juzgados. Sin embargo “en localidades como Funes, Baigorria o Pérez, se queda corta”.
 

“Acá vive mucha gente que tiene litigios en Rosario que hay que notificarlos, vías judiciales que hay que ir y constatar, o remates de propiedades que están en Funes. En el juzgado, de mañana, hacemos todo lo que hay que hacer cara a cara y después por la tarde, hay que hacer el papeleo en cada casa porque se hace un gran volumen de trabajo”, alerta la jueza.