Miércoles, 24 de Abril 2024
Viernes, 15 de Febrero del 2019

Postal de la crisis: más de 150 chicos almuerzan en la escuela

<p>En la ciudad son dos los establecimientos que cuentan con comedores escolares: la 125 y la 1061. Esta última debió abrir durante el verano por primera vez en ocho años.</p>

Los comedores escolares tienen un funcionamiento propio y distinto al de las escuelas donde funcionan. Pese al receso escolar, que desde los últimos días de diciembre y hasta principios de febrero cierra las puertas de los colegios, por lo general el servicio de comedor se sigue prestando tanto durante las vacaciones de verano como las de invierno.

 

En la ciudad dos escuelas cuentan con comedor: la Nro. 125 “Antonio Herrera” y la Nro. 1061 “José Ingenieros”. El relevamiento de la cantidad de chicos que durante todo el verano asistieron a sus comedores es revelador: son más de 150 niñas y niños los que todos los mediodías van a la escuela a almorzar. Dentro de ese número hay otro que llama más aún la atención: es la primera vez en años que se requiere el funcionamiento del comedor de la 1061 durante el receso escolar.

 

En lo que va del verano, 113 raciones de almuerzo se están repartiendo diariamente en la escuela fiscal y 45 en la ex rural: 158 niños y niñas que almuerzan en la escuela, aun cuando no hay clases. “El comedor escolar organiza una situación familiar, y el comedor de la escuela cocina muy bien, hacen un trabajo muy profesional, pero es la primera vez en años que la escuela abre en el receso”, alerta Ana María, directora de la escuela primaria Nro. 1061, cuyo comedor escolar aún funciona en el viejo edificio donde ahora se ubica el Jardín de Infantes Nro. 349.

 

En la región el número creció de manera alarmante. Son 17 mil las raciones de comida que se reparten en los comedores de la regional 6ta de la que Funes forma parte, 5 mil más que el verano pasado, según indicaron desde el gremio ATE el año pasado. Ana María, directora de la escuela José Ingenieros reconoce que este verano fue distinto: “Es el primer año. Por lo menos en los últimos 8 años, el comedor se cerraba en las vacaciones”.

 

Sonia, docente de la Escuela 125, advierte que si bien el comedor de la fiscal abrió sus puertas durante el verano como lo hace siempre “hay una tremenda necesidad en estos años”. Durante el año hubo unas 190 raciones mensuales para el comedor escolar, este verano son 113. Históricamente mantienen la proporción de solicitar alrededor de la mitad de raciones en el receso que las que muchas familias solicitan durante el período de clases. En este receso el promedio aumentó.

 

Si bien durante el año lectivo los números indicaban un descenso de las raciones que cada escuela requería brindar, el aumento en este último verano fue “muy notorio”, coincidieron en las escuelas.

 

La Escuela Nº 125 solicitó en el 2017 –durante el período lectivo- 194 raciones de almuerzo y 653 copas de leche. En el 2018 fueron 186 comidas y 579 copas. La Escuela Nº 1061 brindó 275 raciones de comida y 438 copa de leche en el 2017 y en el 2018 fueron 233 raciones pero 549 copa de leche, informó el Ministerio de Educación.

 

Ahora bien, las raciones de almuerzo “veraniegas” fueron el año pasado 107, en un solo comedor que funcionó. Y este verano 158: 113 de la Escuela Antonio Herrera y 45 de la José Ingenieros.

 

Del otro lado del mostrador

 

El crecimiento de la demanda de asistencia alimentaria escolar repercute de lleno en el trabajo de quienes sostienen los comedores. Lorena Almirón, secretaria general de ATE y asistente escolar en Rosario, señaló: “Estamos en una situación de crisis económica, con una devaluación del 84%, esto repercute fuertemente en los alimentos. La mayoría de los trabajadores estamos por debajo de la línea de pobreza y esto obviamente repercute en las familias”. Almirón reconoce que la situación es preocupante y que el incremento en comparación de otros años, no solamente en Funes, “se nota mucho” y que la ciudad forma parte de “un 20 por ciento más de escuelas que aumentaron las raciones durante el verano”.

 

“El principal problema que tenemos en los comedores escolares es la falta de cargos. Hacen falta unos 200 cargos para toda la regional 6ta –Rosario y localidades de alrededor- para poder llevar adelante la tarea. Después hay también problemas de infraestructura. Si esta situación viene así, uno se imagina la cantidad de chicos que van a requerir ahora. Se incrementa la matrícula con el mismo personal”, reclama.

 

La situación local responde a la realidad regional: hay dos comedores en Funes, uno en donde se cocina – el de la escuela 1061, que funciona en el viejo edificio donde ahora está el Jardín Nro. 349- y otro que recibe la comida que se cocina en una escuela rosarina –el de la escuela Nro. 125-.

 

En los comedores locales, se superan las 200 raciones durante el año y no hay ni ecónomas ni cocineras. Existen tres cargos no docentes que atienden las necesidades de 245 chicos que almuerzan en la el comedor de la Escuela 1061 en cuatro turnos de unos 20 o 25 minutos cada uno. Por su parte, en la Escuela 125 son dos las personas que tienen a cargo el almuerzo de unos 200 niños y niñas.

 

En teoría, la reglamentación dice que cada 60 chicos que asisten al comedor tiene que haber una ecónoma, una celadora, una cocinera y una ayudante de cocina. Cuatro cargos cada 60 raciones. A medida que se incrementan las raciones se debería incrementar también los cargos de ayudante de cocina. Y cada 100 raciones, un celador más. “Es sumamente necesario que ese comedor funcione, con la infraestructura y el personal adecuado”, exige la delegada.