Jueves, 25 de Abril 2024
Martes, 16 de Octubre del 2018

A la fila: la odisea de conseguir un banco para estudiar en Funes

<p>Los lugares para el nivel secundario son siempre escasos y las variantes pocas e inaccesibles. Llega el fin de año y el problema vuelve a hacerse sentir.</p>

 

A esta altura del año las escuelas locales comienzan a abrir sus listas de pre inscripción. Salvo la única escuela secundaria pública, las restantes –todas privadas- manejan un calendario propio, en el que las familias que deben inscribir a sus hijos e hijas comienzan la ya recurrente odisea por conseguir un banco.

 

El problema existe desde hace tiempo y persiste año a año. Funes creció y continúa aumentando su población, mientras que su infraestructura quedó rezagada a las necesidades de lo que fue un pueblo.

 

En los últimos años los cambios fueron algunos pocos, y siguen resultando insuficientes: un tercer curso para el primer año del María Auxiliadora –que sirvió para garantizar un lugar a los alumnos de su propia primaria, hermanos de alumnos e hijos de trabajadores y no mucho más-; una escuela secundaria nueva, la Raúl Arino, que completó casi la totalidad de sus cursos a poco de abrir sus puertas, pese a que su cuota es cercana a los siete mil pesos mensuales, mismo motivo que la coloca como inaccesible para la mayoría de las familias. Y por último, la novedad, a principios de este año, de la apertura de un anexo de la Escuela pública Nro 398 en el viejo edificio de la primaria José Ingenieros, que abrió dos cursos para el primer año.

Panorama difícil

 

Aun así el panorama se presenta oscuro. El gran faltante sigue siendo la educación pública secundaria. La cuenta es sencilla: de los egresos de cuatro escuelas públicas primarias sólo hay chances de continuar en una, la 398. El resto de las escuelas privadas (salvo el Liceo Aeronáutico), a su vez tienen también su propio nivel primario, por lo que los cupos ya están garantizados con la continuidad de un nivel a otro.

 

Por lo que la situación de muchas familias es similar: cruzar los dedos para que algún sorteo favorezca al adolescente que aspira ingresar en alguna de las dos únicas escuelas privadas incorporadas –María Auxiliadora y Nazaret- ambas religiosas pero con una cuota “más accesible”; conseguir un banco en alguna de las escuelas privadas laicas – Del Sol, Arino, Liceo Aeronáutico- con cuotas de miles de pesos; o bien encomendar a sus hijos a la odisea cotidiana de los colectivos interurbanos que los lleven a cursar durante cinco años a Rosario, Roldán o San Jerónimo.

 

Hugo Berti, uno de los promotores de la Campaña por una nueva secundaria pública en Funes, cuenta: “Incluso en el Paul Harris de Roldán, a la que muchos chicos de Funes van, comentan que también tienen la matrícula muy colapsada. Esos espacios también se van cerrando”. Es que Roldán también fue foco de una gran inmigración de rosarinos en los últimos años y está atravesando el mismo proceso que Funes.

 

Berti observa la situación desde hace años y reclama: “La promesa era que se iba a crear otra escuela secundaria en el viejo edificio de la Escuela 1061, que apenas se desocupara iba a ser exclusivo para una secundaria, pero resulta que llevaron también al jardín de infantes y solamente la abrieron como un anexo de la Escuela 398 para alumnos de primer año. Aún si se resolviera, el edificio es muy chico, por lo que el problema de fondo no se resuelve con eso, porque la demanda es mucho más grande que el crecimiento de la oferta. La intervención tiene que ser más profunda”.

“La proporción de estudiantes secundarios que finalizaron sus estudios es primarias públicas y que tienen que ir ahora a escuelas privadas es totalmente desfavorable. No está ni siquiera en los promedios de la provincia”, señaló el docente y remarcó duramente: “Para garantizar derechos lo que hay que hacer es crear infraestructura”.

Un reclamo persistente

 

Por otra parte, desde la Secretaría de Educación municipal reconocen que el problema existe y que “no se cansan de reclamar al Ministerio que la ciudad necesita más escuelas”. Así lo afirmó Graciela Campagna, al frente del área de educación del Municipio, a la vez que remarcó el buen vínculo con la cartera provincial y el “trabajo en equipo”.

 

La funcionaria confía en que las buenas noticias llegarán y que por el momento las fichas están puestas en apuntalar y fortalecer el nuevo anexo de la 398 ubicado en la zona oeste, a la altura de Garita 15. “Con el FAE apuntamos mucho a que se separen el jardín del secundario, que puedan convivir tranquilamente, nos pusimos al pie del cañón para hacer todos los arreglos que se necesitaban. Con el anexo se abrieron dos cursos de primer año más, que el año que viene tendrán continuidad ahí mismo”, confirmó y adelantó que por el momento seguirá dependiendo de la Escuela 398, pero que desde el Municipio se seguirá apuntalando con el aporte de cargos para personal no docente, como lo viene haciendo cubriendo los puestos de portería.

 

“Que faltan cargos, sí. Que faltan escuelas, si, por su puesto, pero creo que dentro de la situación se hace todo lo que mejor se puede, y creemos que pronto vamos a tener más respuestas y mejores respuestas”, confió y remarcó: “El anexo va a seguir creciendo, es lo que todos esperamos”.

 

“Funes creció y eso se nota en todos lados, en estacionamiento, en la cantidad de negocios, y en las escuelas. Realmente necesitaríamos más, pero estamos a total disposición siempre, porque la prioridad de esta gestión siempre fue la educación”, señaló la funcionaria municipal sobre las acciones que pueden hacer desde su margen de acción, que excede a las responsabilidades municipales.