Martes, 16 de Abril 2024
Martes, 12 de Enero del 2016

Funes necesita un plan estratégico

Funes necesita un plan estratégico

Arranquemos por el principio: ¿qué es un Plan Regulador?

Un Plan regulador es la ordenanza que define  el perfil de la ciudad y qué es lo que se puede hacer en cada parte de ella. Detalla las alturas y porcentajes del terreno que se pueden construir según la zona, el tamaño mínimo de los lotes, el ancho de las calles y si los barrios son sólo residenciales o pueden tener usos comerciales o de manufactura. Indica también cúales son las zonas urbanizables y dónde empieza el campo e incluye los requisitos que el Estado debe exigir para que la tierra urbanizable sea realmente “urbana”.


Entre estos requisitos se encuentran el trazado de las calles, algunos servicios esenciales (luz, gas, agua potable si fuera factible), obras de infraestructura necesarias para paliar las modificaciones al sistema hídrico que genera construir en lo que era campo, espacios verdes y tierras en concepto de reserva para que el estado tenga dónde construir los edificios que necesite para prestar servicios.


¿Alcanza con esto para “hacer ciudad”? ¿Con esto alcanza para brindar los servicios báscos que necesita un ciudadano? No.


¿Es al inversor privado a quien debemos responsabilizar por el cumplimiento de los servicios que el estado no  puede brindar? Tampoco.
Pero el estado sí tiene que tener la responsabilidad de decir “mi capacidad llegó a tope”, “no estoy en condiciones de brindar servicios a la zona urbana, mucho menos de ampliarla”. Dignifiquemos la ciudad que tenemos antes de crecer en tamaño.

Focalizando en Funes:
El Plan Regulador de Funes define seis áreas residenciales con diferentes índices edilicios (cúanto se puede construir en un terreno, de qué tamaño son los lotes),dentro de ellas define arterias comerciales a las que (en algunos casos) les otorga índices diferenciales y (en todos) permite una mayor diversidad de usos comerciales. Además, define un área de equipamiento y dos áreas industriales.


Delimita también el perímetro urbano (o urbanizable) y los requisitos para urbanizar, así  como las arterias principales y secundarias.

¿Necesita modificaciones hoy nuestro Plan Regulador?
En lo referido a los requisitos para urbanizar, sí. La ordenanza se aprobó hace treinta años, cuando no había posibilidad de llegar con el tendido de gas, con el agua potable o las cloacas ni siquiera al casco histórico. Hoy tanto esos servicios como el teléfono deben estar garantizados al  inaugurar un barrio. Asimismo, hay que modificar las exigencias en cuanto al trazado de las calles y agregar la pavimentación  de las arterias principales a los requisitos. Es urgente la derogación del artículo 51° bis (que permite cambiar las tierras de reserva fiscal por obras o dinero) para garantizar que el estado tenga espacio en todos los barrios para brindar educación, salud y seguridad.

 

En cuanto a la delimitación del área urbana y las distintas áreas de la ciudad, la respuesta no es tan simple. Antes de modificar el perímétro de la ciudad debemos completar la trama urbana (zonas aún sin urbanizar dentro del perímetro actual de la ciudad) y tener presencia estatal en toda la ciudad. Pero dentro del área urbanizable actual es importante volver a pensar si los índice edilicios son los adecuados a la forma de vida que imaginamos para los funenses y si los usos permitidos encada zona son los indicados para favorecer que podamos armar nuestra vida completa en nuestra ciudad. Y eso es necesario definirlo antes de proyectar la infraestructura que necesitamos (no es lo mismo un trocal de cloacas que demanda una ciudad con lotes de 500 m2 que si los lotes son de 1500 m2, no es lo mismo construir una escuela para 400 chicos que para 1000 ¿o preferimos 3 escuelas para 350 chicos cada una?).

¿Quiere decir esto que la modificación  del Plan Regulador soluciona todo?

Para nada. Al contrario, nuestros mayores problemas como ciudad no vienen de falencias del Plan Regulador si no de no respetarlo y de crecer hacia zonas que no son las planificadas dejando “islas” de campo dentro de la zona urbana.

Lo que necesitamos con urgencia es un plan de trabajo, a mediano plazo, para “hacer más ciudad” la ciudad que tenemos.  Y con “hacer más ciudad” no nos referimos a edificios y hormigón. Nos referimos a encontrar la manera de que Funes sea la ciudad que algunos añoran y que otros vinimos a buscar, pero en el siglo XXI y cubriendo las necesidades de los ciudadanos del siglo XXI.


Necesitamos, antes que nada, una planificación acerca de las escuelas que necesitamos en las 9 zonas de la ciudad.  Y, a pesar de que hace siete años que estamos esperando la nueva escuela en zona oeste, en esta planificación no nos tenemos que conformar con la urgencia, tiene que ser exhaustiva y pensando a futuro.


Es importante también revisar el sistema de arterias principales, redefinirlo si es necesario, y encarar su pavimentación. Si queremos seguir manteniendo la tranquilidad de las calles de tierra, es necesario que tengamos calles pavimentadas por donde transitar los días de lluvia, y poder pensar en un transporte público que tenga acceso a los barrios.


La vida calma que buscamos es más fácil de lograr si no necesitamos subirnos al auto para todo, pero eso es más factible si la escuela está cerca, si podemos hacer las compras en el barrio y si no tenemos que salir de la ciudad para trabajar.

Este plan de trabajo es el “Plan Urbano” y podemos llegar a él de dos maneras.

Si pensamos que el urbanismo es sólo una cuestión de técnicos, lo podemos dejar en manos del Secretario de Planeamiento y, probablemente, en un par de meses podrá presentar un proyecto al Concejo para que este lo estudie.

Si, como nosotros, entendemos a la ciudad como una construcción social, que surge de sectores con intereses a veces contrapuestos, pero que necesita encolumnarlos a todos detrás de un proyecto para poder avanzar. Si entendemos que, si bien el estado es quién marca las directrices, ignorar las necesidades, deseos y  hasta ambiciones de sus habitantes lleva a que muchas veces, estas directrices sean inviables.  Si creemos que, en síntesis, a la ciudad  la hacemos entre todos, entonces, vamos por un Plan Estratégico.


Un “Plan Estratégico” es un proceso colectivo, interdisciplinario e intersectorial.
Se trata de poner en conjunto las visiones de ciudad, las necesidades y potencialidades de sus miembros, y encontrar la manera de que estas se potencien entre sí en lugar de contraponerse. Sólo tiene sentido si participan todos quienes hacen la ciudad (vecinos, asociaciones intermedias, organizaciones políticas y empresarias, instituciones deportivas y educativas, vecinos) y si existe la voluntad política de llevar adelante las medidas necesarias para ir en pos de esa ciudad.


No se trata de una actitud declamativa de “ser amplios e integradores”. Es necesaria la participación de todos los involucrados porque es lo que hace posible la factibilidad real del resultado.


Tener en cuenta las posibilidades reales de llevar a cabo cada propuesta es lo que hace que el resultado (el Plan Urbano) pase de ser un documento a ser un proyecto de trabajo que nos guíe para hacer de Funes la ciudad que elegimos.

Exige más esfuerzo, no sólo de nuestros gobernantes, si no de todos nosotros, pero sabemos que Funes está en condiciones de llevarlo a cabo.