Intereses colectivos por sobre especulación inmobiliaria

Funes, martes 22 de diciembre, 21:30 hs.

Angélica, en barrio Los Solares, protesta porque no puede usar el microondas. La tensión eléctrica no llega a 180V. Ya en la mañana tampoco pudo poner el lavarropas.

Diego, detrás del Country de Profesionales, escudriña el cielo tratando de descifrar una posible tormenta. Teme que una lluvia abundante los vuelva a inundar.

A unas cuadras de la 1388, Valeria espera el sorteo para ver si su hijo menor tendrá un banco para el preescolar sabiendo de antemano que el mayor no tiene secundaria.

Marcela, en Villa Elvira, habla por teléfono con la desagotadora y le pide por favor que al día siguiente vengan temprano porque se llenó el pozo ciego.

Juan, en los Morros, piensa como recuperar los electrodomésticos que le robaron en la entradera de la noche anterior.
Adriana, de calle Espora, sale a comprar un bidón de agua para hacer los fideos. Prefiere no cocinar ni beber el agua que extrae con la bomba del galpón.

Alfredo vuelve a mirar las bolsas de césped que su vecino dejó en la vereda y se pregunta qué día  pasarán a recolectarlas.
Diana vuelve de la plaza pensando porqué estará tan descuidada mientras los perros descuartizan bolsas de residuos que fueron acarreadas a pie por un trabajador y acumuladas a la espera del camión recolector.

Angélica, Diego, Valeria, Marcela, Juan, Adriana, Alfredo y Diana tienen  problemas individuales pero que también son los de sus vecinos.
Las preocupaciones de estos ciudadanos el martes 22 de diciembre a las 21:30 demandaban un Estado presente. Los ciudadanos necesitan un Estado presente que piense, planifique y actué en función de los intereses COLECTIVOS de una comunidad. 

El pueblo no delibra ni gobierna, sino por medio de sus representantes, dice la Constitución Nacional. Ese martes 22 de diciembre a las 21:30 los representantes de esos ciudadanos aprueban, a libro cerrado, sin ningún tipo de discusión, dos nuevos emprendimientos inmobiliarios. Aprueban a libro cerrado más de 100 hectáreas de nuevas urbanizaciones.

No estaban definiendo la ampliación de la red de agua potable.
No estaban definiendo la concreción de obras de cloacas. 
No estaban definiendo obras de electricidad. 
No hablaron de la necesidad de nuevas escuelas. 
No hablaron de la basura o de la limpieza urbana. 
No hablaron de la seguridad. 
En el Concejo no hablaron ni de vos ni de mí.  

Aprobaron -sin discusión-  dos  nuevos emprendimientos inmobiliarios, en la última sesión del año. 

La preocupación de este nuevo Concejo el martes 22 de diciembre a las 21:30 tenía que ver, solamente, con garantizar a un grupo de privados un negocio millonario donde prevalecen los intereses especulativos e individuales por sobre los COLECTIVOS.

Prevalecen intereses especulativos e individuales que no solo no dan respuestas a intereses colectivos sino que agravarán los problemas existentes.

En el Concejo no hablaron ni de vos ni de mí. El intendente si promulga esto tampoco piensa ni en vos ni en mí. No podemos aceptarlo. No debemos permitirlo.