Todos candidatos

Uno de los reclamos que se suele repetir contra toda el sistema político es el poco espacio entre elecciones. Por eso, siempre que se trata el tópico de candidaturas on the record, la respuesta sin excepción es “falta mucho”, pero la campaña política con vistas a la contienda electoral del próximo año ya empezó, fuera de la vista del público general. Las versiones que recorren el círculo rojo funense están a la orden del día con un detalle en particular: si bien no todas parecen con chances de ser ciertas, todos los concejales son señalados como potenciales candidatos.

Se puede comenzar con el que, quizás, tenga el futuro más definido: el presidente del Concejo Municipal Carlos Olmedo buscará repetir la fórmula que tantos resultados dio en 2015 acompañando a Diego León Barreto, jugándose el todo por el todo en busca de lograr la reelección para ambos, en el Cuerpo Legislativo Municipal uno y en la Municipalidad el otro. Si bien hace algunos meses sonó con fuerza el rumor de que Olmedo se emanciparía del Intendente y lo enfrentaría en internas, incluso hasta se manejó un posible acuerdo con un sector del radicalismo que haría su debut en Cambiemos en este 2019, el amor fue más fuerte y prevaleció sobre los vaivenes de la relación entre el presidente del Concejo y León Barreto.

Así como Olmedo es el que más chances tiene de ser candidato de los seis concejales, su compañera de banca aparece como su contracara. Anita Martelli renovó su banca en 2017 y, salvo por la intendencia, no tiene posibilidades de ser candidata a ningún cargo local. Consultada por este medio, reconoció que, aunque “falta mucho”, “llegado el momento podría verlo”, pero lo supeditó a una condición: “Diego (León Barreto) me dijo hace bastante que iba por la reelección y así como él me dio su palabra en su momento, yo le di la mía de acompañarlo. No voy a ser candidata si Diego va por la intendencia”. Como la candidatura de León Barreto es de las más firmes, no parece posible que Martelli tenga su lugar en esta ronda electoral. Pero a ella, firmemente encolumnada tras el intendente, no parece importarle y se muestra decidida a acompañarlo.

El otro que parece con su futuro sellado es el peronista Roly Santacroce. Aunque algunos piensan que tras su derrota en 2015 y 2017 debería dar un paso al costado o al menos abrir el juego, el concejal está convencido de competir una vez más (¿la última bala?) por la intendencia de la ciudad, y por eso está abocado a generar una interna amplia, con muchas listas, para intentar ser lo más abarcativo posible. Por lo pronto, cambió su estrategia de las últimas contiendas electorales en las que enfrentó al oficialismo: se mantiene callado, fuera de escena, lejos de los titulares periodísticas. “No interrumpas a tu enemigo cuando se está equivocando”, explican desde su entorno cuando se refieren a su actitud. Quizás, haciendo algo diferente, consiga nuevos resultados.   

La grieta dentro del Partido Justicialista que generaron las dos últimas derrotas se materializó con el lanzamiento del Frente Funense, un espacio peronista que busca disputarle la conducción del partido de Santacroce. El referente de ese espacio es el caudillo peronista Juan Héctor Miguez, otro de los concejales candidatos, quien ya se muestra acompañado de dirigentes como Edgardo Frattini o Andrés Beguer, también en busca de hacer una vasto espacio dentro del PJ con vistas a que el peronismo recupere la ciudad tras más de quince años. La única duda, entonces, es saber qué lugar ocupará Miguez en las listas del Frente Funense dentro de las PASO. ¿Irá por cuatro años más en el Concejo o regresará a la pelea mayor por la intendencia?

Juan Ignacio Rímini es el último de los tres concejales que pondrán en juego su banca en 2019, junto con Miguez y Olmedo, y otro más que será candidato, pero la certeza se acaba ahí, ya que Rímini no muestra las cartas con las que juega de cara al año que viene. Sin embargo, fuentes de su entorno aseguran que la salida de su espacio del Frente Progresista es cuestión de tiempo, y que sería para sumarse a las filas de Cambiemos. Además, dicen también que, aunque no tomó la decisión, sabe que la posibilidad de ser candidato a intendente toma fuerza por inercia, ya que cuatro años más en un Concejo planchado, casi sin vuelo ni volumen político y con un Ejecutivo que le da una participación mínima e indispensable para evitarse conflictos es casi una muerte política para alguien joven como el edil radical con aspiraciones a gobernar la ciudad en el mediano plazo. Por lo tanto, la interna Juan Ignacio Rímini contra Diego León Barreto se perfila para ser la más atractiva y la más fuerte de las PASO 2019.

Finalmente, con la casi decretada partida de Rímini del Frente Progresista Cívico y Social, queda un solo dirigente dentro de ese espacio con el nivel de conocimiento ciudadano y el perfil para ser candidato a intendente: el sexto concejal, Pedro Giantenaso, el único que asumió el año pasado. Giantenaso, a pesar de haber logrado su banca apoyado por el aparato radical y de ser el “apadrinado” por los Rímini (Juan Ignacio y su tío, el ex intendente Juvenal), es reacio a acompañar a su compañero de bloque a Cambiemos. Con unos para nada despreciables más de tres mil votos en la última elección y con un perfil de candidato que enamoraría a más de un consultor político, parecería ser el indicado para ser postulante a intendente por el FPCyS el año que viene, al menos para que el Frente se muestre competitivo en Funes y siga siendo una opción seductora. Pero hay una variable en la que pocos se detienen pero que es la clave de toda candidatura política: la voluntad, y Giantenaso ya exteriorizó en algunas charlas que prefiere no jugar en esta vuelta. El FPCyS deberá, entonces, construir un candidato desde cero para 2019.

Seis concejales hay en la ciudad, todos con chances de ser postulantes en las próximas elecciones. Dos de ellos parecen quedarse en rumores, pero los otros cuatro están firmes en su decisión y ya empiezan a sentir el clima de campaña. Falta mucho, dicen, pero no es tanto. En febrero es el cierre de listas y el objetivo es la intendencia. ¿Habrá nuevo inquilino en Angelomé y Santa Fe?