Viernes, 29 de Marzo 2024
Viernes, 06 de Julio del 2018

Libros perdidos, historias encontradas

<p>Diez ejemplares del libro Loma de Ávila de Plácido Grela, fueron encontradas dentro de una "escultura" en la Feria del Libro. El único relato que cuenta la historia de Funes formaba parte de un lote de descarte.</p>

 

No hay una historia que pueda contarse de un solo modo, pero la de la ciudad fue contada “oficialmente” una sola vez. Loma de Ávila es el libro que Plácido Grela escribió en 1975, donde cuenta el nacimiento del “villorio San José y Pueblo de Funes”. El libro, de Ediciones de la sociedad de historia de Rosario, se consigue en pocos lados. La biblioteca municipal José Hernández tiene en sus estantes uno de los pocos ejemplares en la ciudad, pero un extraño hallazgo sucedió hace pocas semanas…

 

La reciente Feria Internacional del Libro que culminó en Rosario el mes pasado trajo una sorpresa. En la explanada del Centro Cultural Fontanarrosa se instaló una obra hecha con más de ocho mil ejemplares de libros en desuso, miles y miles de ediciones de “descarte” que fueron aportadas por las librerías de usados. Entre esos miles, diez eran esta “figurita difícil”: Loma de Ávila.

 

El librero que los donó volvió a reclamar dos ejemplares a los pocos días, cuenta Federico Fernández Salafia, quien estuvo a cargo de la instalación. “Resulta que alguien fue a comprarle dos ediciones y el ya las había donado”, explicó sorprendido y agregó que los ocho restantes, una vez que se supo que estaban ahí, inmediatamente fueron reclamados.

 

“Eran libros que evidentemente no habían encontrado a sus lectores en su momento, pero es una edición muy buscada, porque es difícil de hallar”, cuenta Oscar Taborda, director de la Editorial Municipal del Rosario. La obra de Plácido Grela fue vendida por su familia a una librería porteña, en el barrio de San Telmo. En la provincia quedaron entonces poquísimos ejemplares. Es un referente de la historia local, manual de consulta, y uno de los pocos que se ha dedicado a contar la historia de las localidades santafesinas, entre ellas las de Funes.


El cuestionado Grela

Beba Corbella, una funense que se ha dedicado a recabar información sobre la historia local, dice que el libro tiene “poco rigor”. “Plácido Grela se basaba en los documentos provinciales para escribir la historia de cada pueblo, pero no se detenía en las particularidades de cada localidad”, explica y grafica: “No se detuvo a charlar con los funenses. No explica en su libro por ejemplo cómo Juan Murray llegó a la ciudad, con una pierna menos, como ferroviario calificado y cómo fue el encargado de la estación donde ahora funciona el Museo Murray, el epicentro del pueblo”. Beba cuenta con lujos de detalle la vida de los apellidos históricos de la ciudad, a los que muchos sólo conocen de nombre, o por relacionarlos con alguna calle local.

 

Taborda sin embargo explica: “El modus operandi debe haber sido siempre el mismo. Grela visitaba cada pueblo y buscaba auspicios para contar sus historias”. Los registros del autor pueden diferir con los que haría un historiador barrial, señala el director editorial: “en cada barrio hay historiadores con un gran conocimiento de terreno y las publicaciones que rescatan estas historias son muy importantes”, pero el trabajo de Plácido es respetado a nivel provincial.

 

La anécdota del hallazgo azaroso grafica un poco todo lo que sucede cuando una historia queda escrita, cuántos usos pueden darse a esas palabras. Sobre todo cuando ningún otro texto disputa la validez de las mismas. Plácido Grela se dedicó a escribir libros sobre la historia de distintas localidades de la provincia. Se puede decir que “la pegó” con su famoso Grito de Alcorta, pero recreó el nacimiento de tantísimos pueblos santafesinos. Ahora bien, con Loma de Ávila, dicen quienes saben de la historia local, falló un poco. Sin embargo, salvo el registro fotográfico que hicieron hace pocos años en la ciudad con el libro “Historia de Funes”, no hay otro texto que venga a contar otra historia. El hallazgo de estas ediciones sigue siendo, entonces, algo preciado.

 

Por el momento, quienes quieran saber cómo Funes fue San José de los Sapos o Estación Ávila, revisan el único ejemplar del libro que se encuentra en una biblioteca local y que, como una casualidad, ahora engrosa su disponibilidad de modo azaroso.