Olmedo deshoja la margarita: ¿Me animo o no me animo?

La incógnita Olmedo. Así se podría titular la novela política protagonizada por el presidente del Concejo Carlos Olmedo. ¿Se animará a enfrentar al intendente Diego León Barreto? ¿O lo acompañará como su candidato a concejal? ¿Hay una tercera posibilidad de unirse a otros actores de Cambiemos?

En el Ejecutivo Municipal, entre las tareas de la gestión, ya se cuelan las del armado con vistas a 2019. Diego León Barreto, por estas horas, tiene decidido ser candidato nuevamente a intendente, y quiere como su compañero de fórmula, encabezando la lista de candidatos a concejal, a Carlos Olmedo. Viejos amigos y compañeros de la política, hace años ya que trabajan juntos, desde que la posibilidad de concentrar el poder de la ciudad era más un sueño que un hecho.

Pero Olmedo demostró, y no pocas veces, que poco le importan las lealtades políticas cuando de problemas de gestión se trata. Más de una vez se lo escuchó crítico de la gestión, más de una vez votó de una manera que no le convenía a la gestión, siguiendo sus propias convicciones de qué era lo mejor para la ciudad. Hace pocas semanas, sin ir más lejos, votó junto al resto de los concejales para transformar en ordenanza el proyecto que crea una comisión de seguimiento del fondo que cobran los clubes, que ya había sido votado y el Ejecutivo vetó. En eso, tiene similitudes con su compañera de banca Ana Martelli, quién también más de una vez acompañó con su voto proyectos que no eran del agrado de la administración León Barreto.

Con ese escenario, ¿es descabellado pensar en una interna Olmedo-León Barreto? No, no lo es. Es otra de las posibilidades, que el presidente del Concejo más de una vez comentó off the récord en los últimos meses. Pero claro, por un lado tendrá que formar un equipo de gestión propio y por otro lado tendrá que enfrentar, nada más y nada menos, al actual intendente, una hueso para nada fácil de roer. Necesita recursos, equipo y, lo más importante, decisión: la relacion entre Olmedo y el Ejecutivo siempre fue oscilante. Muy mala cuando, en diferentes crisis, los fusibles que saltaron fueron funcionarios que respondían a Olmedo, como la ex secretaria de hacienda Mariela Massau o el ex secretario de planeamiento Juan Vincenti, cosa que esquilmó el poder de Olmedo dentro del Municipio, muy buena en tiempos de paz, cuando a veces hasta se lo veía con el handy sintonizado en la frecuencia municipal para estar al tanto de todo lo que pasaba. 

En ese sentido, toma relieve el gesto de Juan Ignacio Rímini, concejal radical del Frente Progresista, de asistir a una reunión en el Comité Radical presidida por Mario Negri, diputado radical y jefe de del interbloque Cambiemos, con claro tinte oficialista nacional. Rímini está cada vez más cerca de Cambiemos, y más de un armador se entusiasma con juntar las voluntades del joven radical de apellido político histórico local y del joven algo díscolo de Cambiemos, que amaga con cortarse solo. Los protagonistas, por ahora, mantienen el silencio, pero no descartan una sociedad para hacerle frente al oficialismo en Cambiemos. 

Casi que ni él sabe. Así podemos responder las preguntas con las que abrimos la nota. Pero algo sí sabemos: Olmedo va a ser candidato, por algo se lo ve tan activo en redes sociales, con una estética más institucional, fruto de haber contratado a una encargada de prensa y a un equipo de producción audiovisual. Olmedo está subido al ring, el problema es que no sabemos a cuál.