Todos locos por las figus del mundial en la plaza San José

Un centenar de fanáticos se encontraron ayer por la tarde en la plaza San José a intercambiar figuritas del mundial. Todos lograron cambiar muchísimas repetidas y uno de ellos alcanzó a completar el álbum.

La convocatoria la hicieron Laura y Natalia, dos mamás que, con la excusa de ayudar a sus hijos a completar el álbum, organizaron la movida local con el mismo entusiasmo de un jugador al que convocan a integrar el plantel de la selección.

“El álbum es más mío que del nene, él ya se dio cuenta”, contó un poco avergonzada y entre risas Natalia, que se confesó fanática del fútbol. La mujer ya había agotado todos los mecanismos para intercambiar figuritas y decidió organizar el encuentro en la ciudad. “Yo venía haciendo todo virtual, no sabes los encuentros que tuve. A mi marido que trabaja en Rosario lo mandé hasta a Tribunales a encontrarse con un muchacho que tenía diez para cambiar”, contó.

Su álbum quedó ayer a sólo cinco figuritas de ser completado. Es que la increíble convocatoria dio sus frutos no sólo por la cantidad de gente que se sumó, sino por el impecable sistema de ingeniería que se montó: “Cuando alguien tenía alguna que necesitaba, me anotaba la que le faltaba y también buscaba esa”, explicó la organizadora mientras Luis Dolce, ex concejal de la ciudad, agregaba: “Ella fue la que consiguió la que nos faltaba para completar el álbum, porque ya la tenía pero no repetida, y yo tenía una que le servía. Se la reservé, y ella consiguió la nuestra”.

El grito de gol se dio así con Santos, que ni bien arribó a la plaza, con seis figuritas faltantes, logró en tiempo record completar el famoso álbum de Panini. “En menos de cinco minutos lo completé, me imaginé que podía pasar con toda la gente que había”, contó el chiquito feliz, mientras sostenía una pila de figus repetidas prolijamente ordenada de manera ascendente, y un papel en el que tachó los números que fue consiguiendo.

El resto no se quedó atrás. Chicos, grandes, hombres y mujeres cambiaban figuritas de a decenas. Las tratativas se sucedían una tras otras en pequeñas rondas que se iban moviendo rápidamente al son de “Mostrame cuáles tenes”, “Busco la legendaria” o “¿Quién tiene chilenos?”. Tanto era el entusiasmo que, aun cuando el domingo de sol se prestaba para unos mates en la plaza, la atención estaba puesta pura y exclusivamente en la jornada de trueques.

La experiencia fue tan exitosa que no dudaron en convocarse el próximo domingo para continuarla. “Lo vamos a volver a repetir los domingos que quedan hasta que arranque el mundial a la misma hora, hasta que todos llenen el álbum”, aseguró Natalia. La gente, chocha.