Sábado, 20 de Abril 2024
Viernes, 11 de Mayo del 2018

La odisea de alquilar permanente en Funes

<p>La oferta es siempre escasa y los precios no paran de trepar. “Hay una situación grave desde el punto de vista de conseguir por debajo de los diez mil pesos", dice Miguez.</p>

Vanesa Fresno - InfoFunes

 

Vivir solo cuesta vida, dicen. Vivir alquilando en la ciudad es, para muchas familias, una suerte de carrera de obstáculos, todos onerosos. El mercado inmobiliario funense tiene una particularidad en materia de alquileres: los permanentes compiten con los temporarios, por lo que muchos propietarios deciden generar un ingreso con un alquiler por quincena durante los meses de verano, por los que pueden hasta compensar en poco tiempo el hecho de mantener vacía una casa durante el resto del año. La escasez es la máxima, y en una mundo regido por una economía del mercado, la demanda impulsa su precio y pareciera no encontrar equilibrio.

 

“Hay una situación grave desde el punto de vista de conseguir alquileres que estén por debajo de los diez mil pesos. Eso para una familia trabajadora, que tiene un ingreso promedio de entre 15 y 20 mil pesos es muy complejo, y mucho más complejo para quienes tienen ingresos menores”, señaló el ex concejal Mauro Miguez, que impulsó durante su mandato un proyecto que apuntaba a dar respuesta a la problemática, y otro vinculado a la escasez de posibilidades para muchas familias trabajadoras de acceder a la vivienda propia.

 

“Hay que rediscutir que tipo de viviendas se proyectan en nuestra ciudad, porque la realidad es que en los últimos 15 años todos los proyectos que se vinieron proponiendo en Funes están siempre orientados hacia un sector social de altos ingresos y no se proyectan ni desde el ámbito privado ni desde el público, viviendas para la clases medias y los trabajadores”, expresó.

 

Una carrera de obstáculos

“No hay nada”, “Está difícil”, “Es complicado”. Esas suelen ser las respuestas de las inmobiliarias ante el pedido de una vivienda de alquiler permanente apta para una familia tipo. He aquí el primer obstáculo.

 

Si se tiene suerte y se sortea el primer incordio, se puede pasar al segundo obstáculo: En las inmobiliarias que sí ofrecen opciones, sus precios oscilan muy por encima de la media del resto de la región, teniendo en cuenta que los terrenos amplios, y alguna opción de pileta suele encarecer bastante la propiedad, por más chica y sencilla o mal conservada que sea. Los rangos son tan amplios que no existe siquiera una posibilidad de establecer un precio promedio en tan poca pero variada oferta.

 

Alquilar una casa de dos dormitorios en la ciudad de Funes puede costar entre 8 y 19 mil pesos, según comodidades, ubicación y servicios de la zona. Es aquí donde nos encontramos con un tercer obstáculo: No sólo hay que considerar el precio mensual del alquiler, las zonas que no cuentan con servicios implican un gasto extra para conseguirlos “envasados”. Los servicios que posicionan a la misma son desde el agua potable y el gas, hasta la cercanía con una parada de colectivo (o pensar en un gasto eventual de remise si no se cuenta con vehículo). Es así como, muy probablemente se tenga que pensar en algún otro plus mensual de alquiler para vivir bajo un techo con dos dormitorios.

 

Si se requieren tres, la cosa se encarece más aún. Los precios varían entre los doce y veinte mil pesos, y llegan hasta un rango de entre 28 y 40 mil pesos si se considera vivir en un barrio cerrado.

 

Un cuarto obstáculo es, para una familia clase media que debe alquilar por no contar con vivienda propia, cumplir con los requisitos de garantías que todo contrato exige. Si bien en este punto hay variaciones, algunos contratos exigen si o si el aval con una propiedad o más, o bien con una cantidad de recibos de sueldo que pueden resultar insólitas en relación al monto del alquiler. A modo de ejemplo, en un alquiler de unos once mil pesos, la exigencia de garantías con recibos de sueldo asciende a los $90 mil pesos mensuales en la suma de varios recibos garantes.

 

Pero la carrera no termina al juntar garantes y con el cálculo mensual. El quinto obstáculo, cuando median inmobiliarias, es afrontar la enorme tarea de pagar los gastos iniciales de contrato. Comisiones, sellados, depósitos, anticipos. Palabras que conforman una suma de dinero que debe ser saldado (en el mejor de los casos en cuotas), al momento de la firma del contrato y la entrega de llaves. Si bien el cálculo tiene relación directa con el monto del alquiler, en promedio se necesitan más de tres veces el monto del alquiler antes de pensar en llamar a un flete. Por ejemplo: más de 30 mil pesos para mudarse a una casa por la que se va a pagar unos $9500 mensuales.

 

Tomar cartas en el asunto

El ex concejal, docente de secundaria, insistió en que el Municipio debe tomar nota de la situación para poder garantizar los derechos de los inquilinos como consumidores. “La idea sería que el Estado Municipal de alguna manera intervenga en la revisión de los contratos de alquiler, pensando a la persona que alquila como un consumidor, con sus derechos. Evitar que se produzcan los abusos que ocurren. Crear una oficina de defensa a los inquilinos donde se preste asesoramiento respecto de la formulación de los términos de los contratos”.