Miércoles, 24 de Abril 2024
Lunes, 05 de Marzo del 2018

Pequeño Hermano

<p>En el centro de monitoreo hay más de 70 cámaras destinadas a la prevención del delito. ¿Cómo es trabajar y observarlo todo?</p>

 

Al entrar hay que colocar dos veces la huella digital en diferentes lectores para flanquear accesos. Obviamente, sólo personal autorizado puede ingresar al salón cerrado más custodiado de toda la Municipalidad de Funes. Tiene ventanas, sí, pero son internas y con protectores para que no se pueda ver dentro. No es la bóveda del Municipio, es el Centro de Monitoreo funense, al que InfoFunes tuvo acceso y conoció en profundidad.

 

Un mapa de Funes repleto de puntos verdes gobierna la sala. Cada punto verde es una de las 72 cámaras que vigilan día y noche toda la ciudad transmitiendo en vivo y en directo sus imágenes a las varias pantallas observadas por los seis operadores que trabajan en grupos de dos, repartiéndose el día en tres turnos. Sentados en escritorios, rodeados de monitores, los operadores pasan su día observando lo que sucede en el afuera, desde árboles caídos hasta robos.

 

“Cada uno de los operadores debe firmar un acuerdo de confidencialidad antes de comenzar a trabajar”, explicó Gustavo Villalba, abogado y coordinador del Centro de Monitoreo. “Ellos se comprometen a no divulgar nada ni verbal ni audiovisualmente, no solo porque lo que ven puede ser potencialmente una prueba judicial, sino también porque con las cámaras podemos ver el frente de algunas casas o negocios y lo que vos haces en tu casa es privado, es tu responsabilidad y nosotros no tenemos por qué andar divulgándolo”, agregó.

 

¿Cómo funciona el Centro? “Cuando aparece algo que merece atención se activa el protocolo de prevención y seguridad. A través de los handys pasan la información a la operadora de turno que le avisa al móvil que esté más cerca para que acuda sin llegar a exponerse por si hay algún peligro. A partir de ahí el Centro queda en colaboración con los chicos que están en la calle”, contó el subsecretario de prevención urbana y emergencias, Daniel González. Además, en caso de ilícitos también se activa el 911 para que acuda personal policial y Gendarmería tiene sintonizada la misma frecuencia de handy que la COE, por lo que también recibe la información en el momento. “Si no, a la inversa: Nos avisan de algún hecho y nosotros somos los ojos en la calle, a través de las cámaras buscamos encontrar o seguir a los que cometieron el hecho”, aportó Villalba.

 

El Centro de Monitoreo es cerrado al público en general. Solo los operadores y algunas visitas son autorizadas a ingresar. El motivo es que se maneja información sensible que potencialmente puede ser utilizada en procesos judiciales, por eso es que se guardan registros audiovisuales de cada uno de los hechos que pueden llegar a servir en un futuro, no sólo robos sino también accidentes y cualquier tipo de situación que merezca atención, antes de que se borren los videos de los servidores cada cuarenta días. Además, ante cada hecho los operadores deben redactar un acta con los detalles y también dejarlo inscripto en el libro de actuaciones.

 

¿Para qué sirven los registros? Para ayudar a la Justicia en las investigaciones. Día a día llegan oficios pidiendo videos de diferentes cámaras en diferentes días y horarios. “Se trabaja no solamente con la Justicia provincial sino también con la Justicia federal, nos piden la filmación para utilizarlas en las investigaciones. Tenemos buena relación y por eso trabajamos ordenadamente”, amplió González. “Hemos tenido hechos puntuales, como por ejemplo un muchacho que intentaba saltar el tapial de un supermercado sobre la Ruta, o un vecino que avisó que habían entrado a una casa y vimos por las cámaras como se llevaban un televisor, así que dimos intervención al 911 para que los detuvieran. Una vez nos llamó la atención un hombre llevando un caballo por calle Elorza a las tres de la mañana y resultó ser un robo de un equino que pudimos desactivar”, recordó Villalba.

 

Pero en el Centro de Monitoreo no solo se manejan cámaras. También se diseñan, aplican y administran los planes de frecuencia de todos los semáforos que hay en la Ruta. Desde una de las computadoras se puede acceder al control en tiempo real de todos los semáforos que hay en la ciudad. “Hay distintos planes de acuerdo a la demanda en cada intersección en cada época de la semana y del año. No es lo mismo el tráfico de un domingo que el de un lunes, no es lo mismo en verano que en invierno”. Además, en caso de urgencia, se pueden manipular en el momento y cortar todo el tránsito de una mano, o de ambas manos, o dar la onda verde para que, por ejemplo, “una ambulancia llegue a Rosario más rápido”. También existen estaciones de velocidad en cada acceso a la ciudad por la arteria nacional, que miden la cantidad de vehículos que ingresan a la ciudad por hora, la velocidad a la que ingresan y, en caso de ser una velocidad excesiva, activan el rojo del primer semáforo para obligarlos a reducirla.

 

Cuando llegamos al Municipio el Centro de Monitoreo estaba muy lindo, pero de las cámaras funcionaban solo quince, así que tuvimos que hacer un esfuerzo con gente propia para restituir las que estaban caídas porque había una deuda con la empresa que llevaba a cabo el mantenimiento y había dejado de prestar el servicio”, rememoró el Subsecretario de Prevención Urbana, valorando que “hoy hay 72 cámaras y el intendente ha pedido más”. “Queremos que el Centro esté lo más óptimo posible para que le sirva a la ciudadanía y mejorar el servicio a la comunidad, que es lo que importa”.