Viven a 50 metros de la Comisaría 23º: Les desvalijaron la casa

El verano suele ser ansiosamente esperado para tomarse un descanso de la rutina y del trabajo del año. Muchos organizan algún viaje a la costa o a algún destino turístico para pasar algunos días y recargar pilas. Esos planes pueden verse arruinados en un santiamén, como le pasó a María Pía, una funense que estaba en Mar del Plata cuando le sonó el teléfono y le avisaron que le habían desvalijado la casa, con un detalle en particular: Vive a cincuenta metros de la Comisaría 23º.

“El 30 me fui a Mar del Plata a pasar Año Nuevo con mi familia. El 4 me llama la dueña de la casa, que vive en el fondo y me ayuda a controlar un poco, y me dice que me habían roto la persiana y me habían entrado por una ventana”. Así comenzó la pesadilla de verano. “Le dije que busque a la policía y que entre. Cuando entraron, la policía revisó que no haya nadie, pero estaba todo desvalijado”.

“Nadie escuchó ni vio nada”, se lamentó María Pía. “Entraron por la ventana de mi dormitorio, rompieron la persiana que tiene una traba y forzaron la ventana”, agregó. ¿El botín? “Todo lo que era enchufable se lo llevaron: dos televisores, microondas, la computadora, un monitor, los recuerdos de cuando me casé, de mi abuela. Se llevaron absolutamente todo, hasta los cajones de la mesita de luz completos. Les faltó la ropa”, detalló.

“No se explica que hayan hecho semejante operativo a 50mts de la Comisaría y nadie se diera cuenta”, dijo algo sorprendida y algo resignada la víctima, quien contó que “tengo un portón bastante alto que estaba con un candado que no fue violado” y estimó que “para llevarse todo tienen que haber sido tres o cuatro personas, haber estado un rato largo y andar en algún vehículo”.

María Pía contó que hace pocos meses que vive en Funes. Lo decidió tras un violento asalto que sufrió en Rosario a mediados del año pasado. “Estaba harta de la inseguridad”, revela. Cuando empezó a buscar casa, se decidió por la de Pedro A Ríos al 1500. “Me costaba más, pero venía sola con mis dos hijas y estaba a cincuenta metros de la Comisaría, me daba seguridad”, finalizó, resignada.