Miércoles, 24 de Abril 2024
Martes, 02 de Enero del 2018

“Dorita era una mujer muy amable, siempre andaba con su bastón”

<p>El barrio quedó impactado por la muerta de la mujer de 86 años. “Se la veía muy a menudo sentada en la vereda”, revelaron las vecinas.</p>

 

El accidente que hoy se llevó la vida de Dorita Lanzón, una conocida vecina del centro de la ciudad que fue arrollada por un camión recolector de residuos municipal en Candelaria y General Paz, sacudió la tranquilidad de la mañana funense y provocó la congoja de los vecinos de Dorita, quienes la conocían de años y compartían momentos con ella.

 

“Es de toda la vida de acá”, contó una mujer mientras cruzaba la cinta que cortaba la calle Candelaria, saliendo de su casa justo frente al lugar del hecho. “Son vecinos de toda la vida, así que bien esto no nos cae”, agregaba la también anciana, refiriéndose a la familia Flores, de la que Dorita era la abuela.

 

Dorita vivía por General Paz, entre Elorza y Candelaria, frente a la Plaza de las Madres. “Se la veía muy a menudo sentada en la vereda”, contó una usuaria de Facebook en los comentarios de la noticia, en InfoFunes, recordando la vida de esta mujer de 86 años. Los mensajes en redes de condolencias para la familia se multiplicaron, como lo hicieron los que pudieron hablar con los familiares en la esquina de General Paz y Candelaria o en el dispensario Houssay, donde el hijo de Dorita tuvo que ser atendido por el shock.

 

Muchos vecinos se acercaron a ver lo sucedido llamados por las sirenas. Otros, casuales transeúntes, se encontraban con el despliegue que llamaba la atención de cualquiera y se acercaban a preguntar qué pasaba. Muchos, incluso, se encontraron con el hecho cuando fueron a hacer las compras a la pollería que hay en esa cuadra. Todos coincidían en lamentos cuando se enteraban de la noticia.

 

“La veía siempre, de toda la vida. Era una mujer muy buena, siempre andaba por acá”, comentaba una señora, mientras el despliegue se iba aplacando. “Una mujer muy amable, siempre andaba con su bastón”, aportaba otra, mientras los móviles ya comenzaban a retirarse y el barrio volvía a la tranquilidad pasando el mediodía. Una tranquilidad que ya no será la misma en el barrio: Dorita no lo caminará más con su bastón.