Viernes, 29 de Marzo 2024
Miércoles, 28 de Junio del 2017

5 años del Centro de Mediación de Funes

5 años del Centro de Mediación de Funes

Hace 5 años, junto a la Intendente Mónica Tomei, creábamos el Centro de Mediación Municipal de Funes. El mismo surgía luego de una intensa labor de las Dras. Mariana Frattini, Verónica López y el Dr. Fernando Leva, institución que actualmente tiene al frente a la Dra. Marina Ramonda.

 

El mismo fue pensado a fin de generar un espacio donde anticipadamente a cualquier conflicto, se puedan resolver controversias; acercando métodos pacíficos de resolución de conflictos entre vecinos - de manera gratuita -, recuperando los rasgos positivos de las relaciones humanas, interrumpiendo la intensificación y diversificación del conflicto, y coadyudando en el desarrollo de una cultura de la paz.

 

Señala en instrumento legal que lo creo, que “en definitiva, se trata de un proceso de desarrollo de la comunidad basado en la asunción colectiva de valores y responsabilidades, que permita construir de forma compartida la idea de calidad de vida.”

 

Si como dice Joan Subirats in Humet, la idea de comunidad entre otras cosas nos trasladan a términos como communis, “distribuido entre todos” “bien común”  o como sustantivo (cum munus) que significa “el que hace lo que tiene que hacer junto con otro” estamos en Funes ante un momento crucial como comunidad.

 

Será que del valioso texto por los diez años del Museo Murray - que escribió el Periodista Pablo Fornero - se desentraña las construcciones más complejas que acarrea Funes desde su transformación “desaforada”: la de identidad y la de Comunidad.

 

“No puede aceptarse la comunidad como una realidad que vaya más allá de los miembros que la componen y que en ella se relacionan. La comunidad existe si la gente que la compone piensa que existe.” Amplia Subirats. En esta dirección es que somos parte (potencial o real) de muy diversos tipos de comunidad. Unas más vinculadas al territorio, otras más vinculadas a mismos intereses compartidos.

 

El estar alejado un tiempo de la dinámicas políticas coyunturales, después de cuatro años contacto intenso y diario con muchos vecinos; y al mirar en perspectiva, puedo decir que, fue el barrio, el territorio, donde se produjeron los avances más favorables al desarrollo comunitario, y la construcción de espacios privilegiados de nuevos modos de participación y de compromiso ciudadano, que se vio reflejado en resultados positivos de los asuntos colectivos.

 

Así, en las Juntas de Seguridad, las reuniones de la Comisión de Asuntos Hídricos, en las Mediaciones y Facilitaciones del Centro de Mediación, en los Talleres de Movilidad, en los encuentros del Museo Murray, aun en la calle con las protestas por seguridad, o por un Skatepark Público, por una urbanización no planificada, entre otros ámbitos; existieron espacios de interacción entre el Estado Local – no sin dificultades, no sin errores - y sus vecinos, y entre los vecinos entre si. En estos espacios, construimos comunidad. Nos vimos reflejados el uno con el otro. Y avanzamos.

 

FUNENSES DE DERECHO PLENO Y DE OBLIGACIONES COMPARTIDAS

Este sentimiento de comunidad, el “sentirse parte de” este pertenecer o bien porque ha nacido en este contexto o bien porque uno ha escogido esta opción, es el que nos hace “sentirse con”, compartir, tener relaciones sociales significativas, asumir obligaciones, y adquirir derechos.

 

Así, todos somos Funenses de derecho pleno y de obligaciones compartidas. Y este pertenecer nos permite saber que, cuanta más confianza entre unos y otros generemos, cuanta más reciprocidad tengamos en los intercambios sociales, cuanto más consistentes sean las redes y el compromiso cívico; más fácilmente se podrán generar políticas que ofrezcan certidumbre y certezas, para establecer y desarrollar mecanismos de respeto mutuo, de valores, prosperidad, crecimiento social y económico.

 

Los diez años del Museo Murray es el ejemplo de esto. Cuando la comunidad preserva su historia y patrimonio; se hace luz puntual nuestra identidad y recrea nuestra memoria.

 

Los cincos años del Centro de Mediación de Funes deben ir en el mismo camino, la de preservar sus instituciones que hacen al desarrollo de una comunidad al formar ciudadanos de derechos y obligaciones, y que al construir espacios de convivencia y respeto, trascienden generaciones.

 

Es tiempo de retomar eso. El de superar la apatía y el descrédito que hoy nos alberga en cada sentimiento como vecinos, asumir compromisos y riesgos, utilizar los propios recursos, los propios poderes, crear conexiones entre personas, entre grupos y reconocernos como una comunidad en valores comunes y compartidos.

 

Pudimos antes. Podemos Ahora.

 

Gonzalo Miranda Aguiar