Sábado, 20 de Abril 2024
Lunes, 20 de Febrero del 2017

La carta robada

La carta robada

A lo largo de la semana se fue conociendo en nuestra ciudad, la trama del escandaloso hecho del pago del doble aguinaldo que se dieron - al parecer - fuera de la ley el personal de gabinete municipal, y según un concejal hasta el propio intendente de Funes. Tratar de explicar el mismo como un error administrativo es al menos subestimar la inteligencia del personal municipal que lo hizo público, del Concejo Municipal, a las instituciones de la ciudad y obviamente a cada uno de los vecinos funenses.

Al igual que en el cuento de Edgar Alan Poe, La Carta Robada, la realidad se presenta delante de nosotros más evidente y simple de lo que creemos. En este cuento, Poe describe el robo de una Carta de las esferas más altas de la monarquía Francesa, por parte de un Ministro que aun teniéndola en su poder, ni la investigación más sofisticada, minuciosa y moderna de la Policía parisina puede hallar. Al final es el protagonista quien descubre que el hábil Ministro había dejado la Carta en el lugar donde la policía nunca la buscaría, es decir a la vista de todos.

Es loable la intención del Concejo o del Sindicato Municipal, de pedir una investigación profunda y que los responsables de este hecho renuncien, pero pretender explicar este “sobre sueldo” en las intríngulis acciones administrativas del Municipio o en la impericia de los integrantes del gabinete, no hará más que frustrar la búsqueda de la verdad y su esclarecimiento.

La confirmación de la existencia del doble pago del aguinaldo, realizada ante el Concejo por funcionarios del gabinete y la posterior la denuncia pública de un familiar de ellos, deja a las claras que el proceso se encamina hacia un único y claro responsable.

No lo digo por conocer por dentro lo que ha sucedido; lo establece la Ley al poner en la figura del Intendente como responsable técnico y legal del Municipio, y como el único en condiciones de liberar un pago de las arcas del Estado.

Su firma y al menos la de un Secretario autorizado deben figurar en cada cheque, transferencia o pago de Tesorería emanado por el Municipio de Funes. Esto, sucede aquí y en cada una de las 365 localidades de la provincia de Santa Fe. Un cheque, un pago, una transferencia de un Municipio o Comuna que no cuente con la firma del Intendente o Presidente Comunal simplemente no tiene validez y no sería legal.

Debemos agregar que los mecanismos de pago por parte de un municipio, más aun, en la Liquidación de Sueldos y Aguinaldos, suponen uno de los controles más exhaustivos que se realizan internamente; e involucran a las aéreas de Personal, a los jefes directos, al personal de Gabinete y al Propio Intendente.

En la Liquidación de sueldos y aguinaldos, existe un procedimiento claro y de control directo antes de emitir el pago, y es la confección de un listado por escrito donde se detalla nombre y apellido del agente y el monto dinerario que va a percibir ese mes, escrito en números. En el caso de la liquidación de aguinaldos el listado es una hoja complementaria.

Esto sucede tanto para el personal contratado, el de gabinete, como el de planta. En el Municipio de Funes, ese listado físico es validado con la firma de al menos  un Secretario y la del Intendente, y si están las firmas se procede al pago.

Es simplemente increíble, que el mal denominado “error administrativo” que fuera controlado y detectado por personal municipal, de todas formas se haya llevado adelante, pasando sin más por manos de los secretarios de Gabinete, y la del propio Intendente.

Aun con todo el sistema financiero digitalizado bajo el sistema UNIRE (que se comenzó a implementar en nuestra gestión) solo la firma de los máximos responsables del municipio valida la operación.

Existen dos posibilidades más. La primera suponer que la máxima autoridad haya firmado sin controlar lo que firma, lo cual reviste un grave y peligroso antecedente (¿Cuántas cosas firma sin mirar?), o más grave aun que alguien haya falsificado su firma, lo que constituye un delito y debería denunciarlo.

Pero más increíble aun es saber que una vez percibido, nadie se haya percatado que en su cuenta bancaria, cheque o dinero en efectivo había dinero que no le correspondía. Porque visto “el error” no devolvieron el dinero en el momento? Que pasaba si esto no tomaba estado público? Lo Hubieran devuelto?

Entiendo que deberán ser los ámbitos judiciales a quienes corresponde ahora investigar y determinar si esta maniobra configura un “simple error administrativo” o tipifica en alguna figura del Código Penal. La situación lo impone.

La realidad se presenta delante de nosotros más evidente y simple de lo que creemos.

¿Quien dio la Orden?, la respuesta aparece a la vista de todos.