Jueves, 25 de Abril 2024
Martes, 19 de Mayo del 2015

“No se trata solo de subir a la tela y hacer figuras”

<p>El Taller de Acrobacia en tela que se dicta en ACIF va mucho más allá de la enseñanza, apuntando a promover el trabajo en equipo. </p>

El taller de Acrobacias en Tela retomó las clases en la sede de la Asociación de Comerciantes e Industriales de Funes (ACIF), a cargo del profesor Raúl Ojeda. Se dicta los días lunes y jueves desde las 14:30 hasta las 16, para alumnos a partir de los 14 años de edad y tiene como objetivos no sólo enseñar las técnicas de esta disciplina, sino además, promover el trabajo en equipo y el compañerismo.

La Tela acrobática es una disciplina aérea proveniente de las prácticas del circo, que implica fuerza y flexibilidad. Las clases a cargo de Ojeda constan de tres momentos: El primero tiene que ver con la entrada en calor y la preparación física del alumno. En segunda instancia se trabaja con el elemento, la tela, y los diferentes ejercicios que pueden realizarse en ella. Por último, llega el momento de la elongación. 

“Cada parte de la clase es importante, no se trata solo de subir a la tela y hacer figuras. Un momento no es sin el otro”, explica Raúl y agrega: “Se trabaja encontrando un registro del propio cuerpo. Hay un trabajo que es anaeróbico, que comprende las actividades relacionadas con la fuerza, y otro que es aeróbico y se centra en la resistencia y en la respiración. Es muy importante aprender a tener conciencia de la postura del cuerpo ya que un cuerpo con buen registro de sí mismo, y siempre bien acomodado, logra enormes resultados”.

Sobre la dinámica de su clase y la enseñanza de las técnicas que implica esta disciplina, Raúl utiliza métodos propios, una combinación de todo lo que ha aprendido hasta el día de hoy. “La técnica es esencial e intento aplicarla desde la primer clase. Algunas son muy necesarias y eficientes”, indica.

“Éste es un taller que promueve el trabajo en equipo y la solidaridad entre los miembros. Trabajamos diferentes cuestiones que aparecen cuando estamos en grupo como así también cuando subimos a la tela, miedos, inseguridades, entre otros. Algunos sentimientos aparecen de manera consciente mientras que otros llegan por sí solos, sin querer”, cuenta el profesor sorprendido por el aprendizaje que se genera entre todos.

Raúl Ojeda llegó a la acrobacia a partir de la curiosidad que le despertó una nota que leyó en un diario alguna vez. Hoy tiene en su ADN una rica experiencia latina ya que recorrió países como Chile, Brasil y Uruguay en donde además de trabajar, siguió estudiando e instruyéndose ya que se describe curioso y ávido de aprender nuevas cosas. “En Santiago de Chile me encontré con personas que sabían mucho y eran muy bondadosas para enseñar. Lo mismo me pasó en Brasil y en la ciudad de Rosario”, menciona.

“La profesión la vivo intensamente. Me completa poder compartirlo y de todo lo que siento, me apasiona subir al elemento y sentir que desaparezco”, concluye emocionado.