Jueves, 25 de Abril 2024
Martes, 01 de Abril del 2014

El razonamiento de González paraliza

El razonamiento de González paraliza
Cada vez que vuelvo sobre esto que dijo la coordinadora municipal de Educación, Liliana González, me atraganto de indignación. Ella dice: "Aunque construyamos (edificios), no vamos a tener personal docente para trabajar en esas nuevas escuelas". Es inadmisible que piense así. Lo único que se le pide a un funcionario es capacidad de gestión, si no que se ponga un videoclub. 

¿Cómo puede reconocer así como así que le es imposible hacer esa gestión ante un gobierno provincial de su mismo signo político? 

Es más, hasta diría que ni siquiera pedimos que gestione el dinero para la construcción de un edificio, SOLO LOS CARGOS. Porque en el peor de los casos, en el colmo de la resignación ciudadana, el dinero podríamos donarlo solidariamente los vecinos (¿o acaso no ponemos para el agua, las cloacas y demás obras en concepto de contribución de mejoras?). Recuerdo el discurso de Binner cuando se inauguró la Escuela 1388, donde dijo que la construcción del edificio había costado 4 millones de pesos. Imaginemos que, por la inflación y la devaluación, esos costos hayan subido a 10 millones: con 5 mil aportantes de 2 mil pesos alcanza. Un costo para el vecino que termina siendo lo de menos si se piensa que las otras opciones disponibles que tenemos en Funes corresponden a educación privada; es decir, a la larga hay que ponerse igual. 

Pero no importa lo del dinero, es un ejemplo nomás para mostrar que no es tan imposible como dice González. Su razonamiento paraliza, y lo que se requiere de quienes administran la cosa pública es inquietud, dinamismo, energía; no lamentos. El Municipio de Funes tiene que comprometerse a acompañar y orientar la demanda ciudadana, no a aplacarla. También tienen que sumarse los demás actores políticos de la ciudad, porque en esa demanda estamos todos los que día a día elegimos vivir en Funes. Y no es lógico que esa demanda sea absorbida por las "localidades en el límite con Funes" (como también planteó Liliana González). Primero porque vivimos en Funes, no en Roldán, San Jerónimo o Rosario. Y segundo porque no es justo para esas localidades, porque se verían en la obligación de solucionar lo que no solucionamos acá.